Los Maestros Cantores triunfa de nuevo en el Teatro Real

Los Maestros Cantores sitúan su acción en el discutido y frío escenario de un hipotético mundo destruido en el que sus habitantes sobreviven gracias a la herencia cultural y artística que poseen

Fotografía: Javier del Real

Luis H. Serrano
Tras veintitrés años de ausencia de su escenario vuelve al Teatro Real Los Maestros Cantores. El singular título de R. Wagner que cuenta con cerca de cinco horas de duración y nueve funciones que tendrán lugar entre el 24 de abril y el 25 de mayo. Esta nueva producción realizada en coproducción con la Ópera Real de Dinamarca y el Teatro Nacional de Borno, lugares donde, después de Madrid, será presentada.

Los Maestros Cantores de R. Wagner cuenta con cerca de cinco horas de duración y nueve funciones que tendrán lugar entre el 24 de abril y el 25 de mayo

La dirección musical y escénica son responsabilidad de dos personalidades muy conocidos en el Teatro Real, Pablo Heras-Casado y Laurent Pelly. Los Maestros Cantores sitúan su acción en el discutido y frío escenario de un hipotético mundo destruido en el que sus habitantes sobreviven gracias a la herencia cultural y artística que poseen. Partitura y libreto deben su autoría al propio Wagner que para la realización de esta última faceta se inspiró en las obras literarias de dos escritores alemanes: Jacob Grimm y J.G.Wagenseil. Se basan en un hecho real sucedido durante la entonces conocida noche de San Juan del 24 de junio.

Los Maestros Cantores, a pesar de ser la tercera en su orden de creación, se le considera como la única ópera de madurez de su autor. Personalmente realiza un doble homenaje: tanto a parte de la música de J.S. Bach como a la sociedad burguesa alemana de aquella época. Expresa igualmente sus ideas sobre la libertad que los compositores deben mantener a la hora de preparar sus trabajos. Para ello el propio Wagner se identifica con uno de los protagonistas de la obra, Walther, Un artista que desarrolla su trabajo, siempre de acuerdo con sus propias ideas, y nunca sometido a las rigurosas normas establecidas previamente por los demás, por muy doctos que se consideren.

Trata de expresar las ideas del propio Wagner sobre la libertad que los compositores deben mantener a la hora de preparar sus trabajos

La obra se estrenó en el Teatro Nacional de Munich –conocido hoy como la Ópera Estatal de Bairoit- el 21 de junio de 1868. Es un título que a pesar de su extraordinaria y variada calidad artística no se representa mucho hoy. Así lo confirman las fiables estadísticas de Operabase referidas al periodo 2005/10. Según ella es la 18 en Alemania, la décima de su autor y la 50 en todo este periodo.

Los momentos musicales más atractivos para el espectador se desarrollan en el preludio, a lo largo del tercer acto y, muy especialmente, al final de la obra, que culmina con un impresionante número coral. La producción con que se presenta en el Real goza de una gran calidad y atractivo, tanto en la faceta escénica, (vestuario, iluminación, etc..) como en la musical. De hecho, ha estado muy bien servida por la orquesta titular del Real como por la vocal, donde cabe destacar con el mismo calificativo la atractiva voz del tenor Hans Sachs (Gerald Finley).

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