Redacción
Pese a que el VIH no tiene cura, algunos avances están permitiendo cronificar la enfermedad y situar la supervivencia a niveles equiparables a los de la población general. Según el Dr. Antonio Rivero, jefe de Sección de Enfermedades Infecciosas del Hospital Reina Sofía de Córdoba “los regímenes de tratamiento usados en la actualidad tienen un perfil de seguridad y eficacia mejores que los utilizados hace una década. Además, contamos con regímenes de acción prolongada que suponen una simplificación muy significativa del tratamiento, la cual se traduce en una mejora de la calidad de vida de los pacientes”. Así lo puso de manifiesto durante el simposio SI. Pasión por la Vida, organizado por Johnson & Johnson.
La Dra. María José Galindo, jefa de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Clínico Universitario de Valencia, explicó que las terapias inyectables que permiten intervalos de administración cada vez más prolongados han conseguido que muchos pacientes estén “mucho más tranquilos”, lo que impacta positivamente en su calidad de vida.
Abordar las necesidades de atención médica integral de las personas con VIH es fundamental para mejorar su salud, controlar las comorbilidades y calidad de vida
De la misma manera, el Dr. Josep Mallolas, jefe de la Unidad de VIH del Hospital Clínico de Barcelona aseguró que la medicina personalizada es ya una realidad en el VIH. Pese a todo esto, seguir avanzando y optimizando el tratamiento para poder adaptarlo a cada paciente sigue siendo un objetivo a conseguir, afirma la Dra. Galindo.
Alcanzar estrategias de prevención más efectivas y accesibles, incluyendo la educación sexual integral y la promoción de la profilaxis pre-exposición (PrEP) a las poblaciones de mayor riesgo es fundamental, declaró el Dr. Rivero.
“La curación es muy complicada al tratarse de un virus que se integra en el material genético de la célula y que las células infectadas no son detectadas como tales. Aunque hay muchos proyectos de investigación en marcha, no se ha conseguido dar con la clave para lograrlo. Lo que sí está claro es que la infección se puede curar: tenemos ya varios pacientes que lo han conseguido, claro que con un trasplante de médula que ha permitido curar una enfermedad oncohematológica y el VIH, pero esto no es una estrategia que se pueda reproducir. También tenemos pacientes con curas funcionales que no han recibido trasplante y todos estos hallazgos están permitiendo avanzar en la curación”, recalcó la Dra. Galindo.
Asimismo, los expertos también señalaron la importancia de seguir investigando el VIH para desarrollar y evaluar de nuevos medicamentos antirretrovirales y estrategias terapéuticas como en la prevención y comprensión de la epidemiología de la enfermedad.