Cristina Cebrián
Una adecuada formación en el abordaje y tratamiento del dolor permite a los profesionales sanitarios ofrecer una mejor asistencia a los pacientes. Además, reduce la carga de enfermedad y mejora la satisfacción del paciente, lo que conduce a una mayor eficiencia en la gestión de los servicios sanitarios. “Todos salimos ganando”, afirma a iSanidad la Dra. María Luz Padilla del Rey, profesora titular en el Pain Institute of Spain (PIOS) e integrante de la Unidad de Dolor del Hospital de La Tour de Meyrin, en Ginebra (Suiza).
En este sentido el curso integral de formación avanzada en el manejo del dolor desarrollado por PIOS aporta a los profesionales las herramientas necesarias para mejorar el manejo intervencionista del dolor crónico. Entre los temas que incluye esta formación, la Dra. Padilla del Rey destaca el abordaje intervencionista en diferentes patologías, incluyendo técnicas como bloqueos nerviosos, inyecciones analgésicas y/o regenerativas, neuromodulación y procedimientos quirúrgicos mínimamente invasivos. Además, considera la medicina regenerativa “un arma terapéutica en plena ebullición” y comenta que también se incluye en este curso del PIOS.
¿Qué ventajas presenta para el sistema sanitario el poder contar con profesionales bien formados en el ámbito del dolor?
Contar con profesionales bien formados en el ámbito del dolor beneficia al sistema sanitario al mejorar la calidad de la atención, reducir la carga de enfermedad (no hay que olvidar que el dolor es una entidad nosológica en sí misma tal y como lo corrobora la OMS en su última edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades) y mejorar la satisfacción del paciente. Esto conduce a una mejor utilización de los recursos sanitarios y una mayor eficiencia en la gestión de los servicios de salud. En definitiva, todos salimos ganando.
El curso formativo desarrollado por PIOS tiene como objetivo principal proporcionar a los médicos las herramientas y conocimientos necesarios para mejorar el manejo intervencionista del dolor crónico
¿Qué objetivos persigue el curso formativo sobre el manejo del dolor desarrollado por PIOS?
El curso formativo desarrollado por PIOS tiene como objetivo principal proporcionar a los médicos las herramientas y conocimientos necesarios para mejorar el manejo intervencionista del dolor crónico. PIOS persigue actualizar y ampliar competencias con el fin de poder mejorar la calidad de vida de los pacientes y reducir su sufrimiento.
¿Qué valor añadido aporta este curso a los profesionales sanitarios?
Es un curso integral de formación avanzada acreditado por la Comisión de Formación Continuada de las Profesiones Sanitarias de la Comunidad de Madrid – Sistema Nacional de Salud y avalado por diversas sociedades científicas.
Cuenta con un formato virtual, cómodo y versátil con el que poder aprender y asentar conocimientos, que se complementa con prácticas presenciales en las que los alumnos pueden observar el manejo intervencionista en casos reales. Tanto la teoría como la práctica son pilares básicos en la formación médica, tal y como afirmaba William Osler, padre de la medicina moderna, diciendo que “ver enfermos (práctica) sin leer libros (teoría) es como navegar en el mar sin tener cartas de navegación, pero leer libros sin ver enfermos es como nunca navegar”.
Un arma terapéutica en plena ebullición y que se incluye en este curso es la Medicina Regenerativa. Es decir, el uso de terapias que buscan regenerar tejidos dañados o degenerados
En el ámbito del dolor, ¿cuáles son los temas que despiertan más interés y que se abordan en esta formación?
El abordaje intervencionista en diferentes patologías es particularmente relevante y suscita un gran interés. Esto incluye técnicas como bloqueos nerviosos, inyecciones analgésicas y/o regenerativas, neuromodulación y procedimientos quirúrgicos mínimamente invasivos, que pueden proporcionar alivio a personas que sufren dolor crónico.
¿Qué otros temas se incluyen en este curso?
Un arma terapéutica en plena ebullición y que se incluye en este curso es la Medicina Regenerativa. Es decir, el uso de terapias que buscan regenerar tejidos dañados o degenerados. Esto puede involucrar el uso de células madre, plasma rico en plaquetas y otras modalidades de tratamiento que promueven la curación y la regeneración tisular. Este abordaje terapéutico ofrece una perspectiva innovadora y prometedora, especialmente en condiciones donde la regeneración de tejidos es crucial para restaurar la función y, como consecuencia, aliviar el dolor.
En algunos países de la Unión Europea existe una subespecialidad o área de capacitación sobre dolor, al contrario que en España. ¿Qué se debería hacer para revertir esta situación?
Respecto a la falta de subespecialización en dolor en España, creemos que es necesario promover la creación de una subespecialidad o área de capacitación reconocida oficialmente para mejorar la atención y formación en esta área. Esto requeriría la estrecha colaboración de instituciones educativas, sociedades científicas y autoridades sanitarias para establecer los requisitos y programas de formación necesarios.
La cooperación entre los diferentes profesionales sanitarios permite un enfoque holístico para abordar tanto los aspectos físicos como emocionales del dolor
¿Por qué es importante trabajar de forma colaborativa y multidisciplinar en el ámbito del dolor y también en la formación sobre esta área?
La multidisciplinariedad, o mejor aún, la interdisciplinariedad, es fundamental para abordar la complejidad del dolor de manera integral. Recordemos que el dolor es definido por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) como “una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada o similar a la asociada a una lesión tisular real o potencial”.
Por tanto, la cooperación entre los diferentes profesionales sanitarios permite un enfoque holístico para abordar tanto los aspectos físicos como emocionales del dolor, mejorando así la calidad de la atención brindada a los pacientes. Para impulsar la participación de los diferentes profesionales sanitarios, es crucial fomentar la comunicación abierta y la coordinación entre ellos.
Esto puede lograrse a través de reuniones regulares, donde los médicos, enfermeros, fisioterapeutas, psicólogos y otros especialistas pueden discutir casos de manera colaborativa y desarrollar planes de tratamiento integrados. Además, la formación continuada sobre el papel de cada especialidad en el manejo del dolor y el fomento de una cultura de respeto y aprecio por el trabajo de los demás también son fundamentales para mejorar la colaboración interdisciplinaria.
