Luis H. Serrano
No podían imaginarse Ricardo de la Vega (autor del libreto) y Tomás Bretón (partitura) el extraordinario éxito que iban a alcanzar con la preparación de este sainete lírico estrenado en el desaparecido Teatro Apolo el 17 de febrero de 1894. La Verbena de la Paloma es justamente considerada como una de las más célebres del repertorio de este atractivo género. En esta ocasión la dirige José Miguel Miguel Pérez Sierra con la orquesta titular del Teatro, que lo define con estas palabras: “En esta obra se huele de principio a fin, a fiesta, a verbena”.
La Verbena de la Paloma es justamente considerada como una de las más célebres del repertorio de Zarzuela
Una obra en la que su contenido se desarrolla en ese viejo Madrid del siglo XIX. Entonces sus habitantes, probablemente con mayor frecuencia que ahora, solían disfrutar abiertamente con su famosa fiesta del verano. Esta era la inigualable verbena de la Virgen de la Paloma. El título está basado en un hecho real que el libretista escuchó directamente de su protagonista. Para darle cuerpo a la obra solo tuvo que vestirlo teatralmente de la forma adecuada para darle cauce. En poco tiempo se convertiría en una de las obras más conocidas y recordadas por el público.
La Verbena de la Paloma es una obra muy apreciada por los aficionados de género mal llamado chico. Disfrutan siempre de las aventuras de sus famosos personajes enclavados en el Madrid del siglo XIX: chulapas, serenos y sus guardias que, para que su monótono quehacer le resulte menos aburrido, hacían lo que les daba la gana. Cosas tales como “darle otra vuelta a la manzana” o con la “señá Rita” que, repetidamente, le recuerda con fuerza y cariño a su buen amigo Julián “que ties madre, Julián”. Todo un conjunto de personajes y situaciones que, sin excepción, atraen con fuerza a cualquier espectador. Cuenta en esta nueva producción con la realista escenografía de Nicolas Born; la correcta iluminación de Albert Faura; el oportuno vestuario de Gabriela Salaverri; y las claras y seguras voces del abundante bloque de protagonistas que esta verbena requiere (un acto repartido en tres cuadros únicamente) que cuenta con voces de primera línea como las de Antonio Comas, Gerardo Lópèz Born, Alberto Frías, Ana Goya y Esther Ruiz, entre otros.
El título está basado en un hecho real que el libretista escuchó directamente de su protagonista
El atractivo general de su partitura engancha al espectador desde las primeras notas del preludio hasta el final. Son las andanzas y quebraderos de personajes tan atractivos como el Julián, la señá Rita, Don Hilarión, Casta y Susana, que no deben “vestir a todas horas con un vestido de percal”. Faltaba más, estando Don Hilarión.
El Teatro de la Zarzuela ofrece la Verbena de la Paloma con una especie de sainete introductorio preparado por Alvaro Tat. Es un alusivo al recuerdo del desaparecido y añorado Teatro Apolo, no necesario pero si oportuno y bien desarrollado escénicamente al contar con la labor con que Nuria Castejón mueve a sus personajes. El elenco ha estado constituido por un grupo de intérpretes entre los que se encuentran Antonio Comas, Gerardo López Borja, Milagros Martín, Carmen Romero, Guruttze Beita, Rafa Castejón, Alberto Frías, Adrian Quiñones, Antonio Crespo y Albert Diaz, entre otros. Un excelente cuadro de intérpretes que han sabido con acierto dar vida a este superconocido sainete lírico.
