Redacción
El Hospital Clínico San Carlos, centro público de la Comunidad de Madrid, ha organizado, a través de un equipo multidisciplinar de profesionales sanitarios compuesto por radiólogos, neurólogos y neurocirujanos, un curso de actualización en la aplicación de ultrasonidos focalizados de alta intensidad (HIFU) para el tratamiento del temblor esencial y para el dolor neuropático, que ha contado con la participación de numerosos expertos nacionales e internacionales, entre los que se encontraba el prestigioso neurorradiólogo estadounidense Bhavya Shah, del Southwestern Medical Center, de Dallas.
Entre las conclusiones del curso, que se ha desarrollado de manera presencial y retransmitido además en streaming y llevaba por título ‘Del temblor al dolor‘, los especialistas han destacado que “el uso de técnicas con resonancia magnética avanzada, como la tractografía, es una herramienta clave para el éxito de los pacientes tratados con HIFU y trastornos del movimiento”, ha detallado el Dr. Carlos Pérez, neurorradiólogo intervencionista del Hospital Clínico San Carlos.
La tractografía es una técnica basada en la imagen por resonancia magnética “que permite delimitar vías nerviosas cuya localización precisa es importante para facilitar la aplicación de los tratamientos de forma segura y efectiva. A través de ella, se generan mapas tridimensionales de las mismas que pueden incorporarse durante el procedimiento a la información anatómica obtenida por técnicas de imagen más convencionales, quedando a disposición del terapeuta”, explica Miguel Yus, neurorradiólogo del Hospital Clínico San Carlos.
El Clínico San Carlos ha sido pionero en el tratamiento del dolor neuropático y uno de los primeros de la sanidad pública española en utilizar el tratamiento HIFU
Este centro público de la Comunidad de Madrid ha sido pionero en el tratamiento del dolor neuropático y uno de los primeros de la sanidad pública española en utilizar el tratamiento HIFU para la eliminación del temblor esencial y asociado a la enfermedad de Parkinson gracias a un equipo de alta tecnología con resonancia magnética de tres teslas que permite concentrar el calor sobre las neuronas responsables del temblor, eliminándolas en una sola sesión, sin incisiones ni anestesia general.
Eliminación de más de un 80% de media de los temblores en 150 procedimientos
Desde entonces, los profesionales del Instituto de Neurociencias de este hospital público madrileño, formado por neurólogos, neurocirujanos, radiólogos, técnicos de radiodiagnóstico y profesionales de enfermería, han llevado a cabo en torno a 150 procedimientos con esta técnica para el tratamiento del temblor esencial y el temblor asociado a la enfermedad de Parkinson, además de haber realizado el primero de la sanidad pública española para el dolor neuropático.
El Hospital Clínico San Carlos se encuentra acreditado para el tratamiento del temblor esencial y asociado a la enfermedad de Parkinson mediante la aplicación de calor por ultrasonidos de alta intensidad. La técnica empleada por los especialistas de este hospital público de la capital ha conseguido reducir en más de un 80% de media los temblores que presentaban en sus extremidades superiores 150 personas.
En este procedimiento resulta muy importante la planificación que lleva a cabo el radiólogo “porque las imágenes de alta resolución y corte fino de las estructuras del cerebro, que proporciona la resonancia de tres teslas, guían los haces de ultrasonidos hacia el punto exacto donde se encuentran las neuronas responsables del temblor para su ablación asegurando, a su vez, el resto de estructuras cerebrales”, ha detallado el radiólogo Carlos Pérez.
Estos especialistas fueron los primeros de la sanidad pública española en el tratamiento del dolor crónico neuropático mediante la aplicación de esta técnica con ultrasonidos de alta intensidad
Por otro lado, estos especialistas fueron los primeros de la sanidad pública española en el tratamiento del dolor crónico neuropático mediante la aplicación de esta técnica con ultrasonidos de alta intensidad, en un tratamiento único que aplicaron sobre un paciente con dolor crónico que le afectaba al nervio trigémino, muy limitante y con episodios dolorosos que afectaban a su zona ocular, mandibular y maxilar del rostro. Tras el procedimiento, el paciente experimentó una notable mejoría de sus síntomas y una reducción drástica del dolor. La aplicación de esta técnica para el tratamiento del dolor neuropático constituye una nueva aplicación terapéutica y un importante avance médico.
El curso, estructurado en dos bloques, se centró en la terapia HIFU dirigida al temblor esencial por un lado; y, por otro, al dolor neuropático. Con esta aplicación, a diferencia del tratamiento para el temblor esencial y asociado a la enfermedad de Parkinson, en el caso del dolor neuropático “se busca un proceso de neuromodulación a largo plazo que conlleva una mejoría progresiva del dolor, es decir, conseguir una nueva sinapsis en el cerebro para que éste se olvide del dolor, destruyendo el aprendizaje previo al tratamiento y reaprenda nuevamente sin que haya reminiscencias del dolor anterior”, concluyó Jesús Porta, neurólogo del Hospital Clínico San Carlos.