Redacción
El Dr. Andrés Lozano, neurocirujano canadiense, profesor de la Universidad de Toronto y director del Área de Neurociencias de Ascires, el más citado del mundo por sus trabajos científicos, acudió este lunes para impartir una conferencia magistral organizada por la Fundación del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Valencia (Icomv), junto con Ascires. El tema de su ponencia se centró en el presente y el futuro de las técnicas de neurocirugía funcional como Neuro-HIFU y la Estimulación Cerebral Profunda.
Bajo ese contexto, analizó los avances que estas técnicas vanguardistas suponen frente a patologías como la epilepsia o los trastornos psiquiátricos y del movimiento como el Parkinson.
“El Neuro-HIFU es una técnica que se utiliza para crear lesiones terapéuticas en el cerebro; utilizamos un casco que tiene 1.000 fuentes de ultrasonido que se lanzan a través del cráneo, enfocados a un punto específico del cerebro que tiene un tamaño de un milímetro; con esa energía se pueden lesionar las neuronas patológicas”, informó el neurocirujano canadiense. “Es una técnica no invasiva; los disparos duran como 15 segundos, y el paciente no siente nada, por lo que es una técnica muy bien tolerada; en Valencia se ha llegado a aplicar hasta a cuatro pacientes al día”, señaló.
“El tratamiento del temblor esencial está muy avanzado, y consiste en disparar los ultrasonidos específicamente en el tálamo, y coagular unas 40.000 neuronas. Sabemos dónde están esas neuronas, que son las que causan el temblor. El efecto de la técnica es inmediato y el temblor desaparece para siempre”, destacó el doctor Lozano.
Dr. Andrés Lozano: “Es una técnica no invasiva; los disparos duran como 15 segundos, y el paciente no siente nada, por lo que es una técnica muy bien tolerada; en Valencia se ha llegado a aplicar hasta a cuatro pacientes al día”
La técnica del Neuro-HIFU se utiliza también para pacientes con Parkinson, “enfermedad más compleja porque no sólo se manifiesta en el temblor, sino también en rigidez y problemas en la marcha”, entre otras afecciones. “El futuro de estos tratamientos pasa por las enfermedades psiquiátricas, mucho más comunes que el Parkinson y el temblor esencial; al ser una terapia no invasiva sin mucho riesgo, supone una gran oportunidad para ayudar a estos pacientes, que siguen estando enfermos a pesar de la medicación que toman y las terapias cognitiva o electroconvulsiva”, apuntó.
El reto actual, según el Dr. Lozano, consiste en aplicar estas técnicas de neurocirugía funcional a otras patologías como el Alzheimer, la depresión, la esquizofrenia o el trastorno obsesivo compulsivo (TOC). “Todos los circuitos neuronales son accesibles y modificables”, concluyó el especialista.