El Cgcof destaca la necesidad de una perspectiva de sexo y género en la salud de la mujer para reducir inequidades

En el ámbito rural, la farmacia comunitaria es el único servicio sanitario disponible, no solo para dispensación sino también para orientación y apoyo

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Paula Baena
La salud de la mujer desde una perspectiva de sexo y género fue el tema principal del webinar La farmacia por la salud de una mujer: cuidando de ti, cuidando de todas, organizado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof) con la colaboración de Organon. El correcto abordaje de las enfermedades desde un enfoque de género es primordial, ya que para la Organización Mundial de la Salud (OMS) “el género por sí solo es una inequidad”, advirtió Raquel Varas, responsable de la campaña sanitaria del Consejo General. La profesional abrió la sesión resaltando cómo esta desigualdad se agrava con otros factores como la edad, la etnia y los aspectos socioeconómicos.

Algo que queda patente en las enfermedades cardiovasculares, “la principal causa de muerte en mujeres”. Sin embargo, muchas veces son infradiagnosticadas porque los síntomas pueden ser distintos a los de los hombres“, incidió Pilar Carrasco, directora del Grupo de Investigación en Epidemiología del Medicamento (Resepmed). Se destacó, además, la diferencia en la prevalencia y sintomatología de ciertas enfermedades entre hombres y mujeres, como el asma, la osteoporosis, o la salud mental. Esto, sobre todo, en enfermedades relacionadas con el embarazo, como la menopausia y la preeclampsia.

La somatización de síntomas en las mujeres

Clotilde Vázquez, médico jefe corporativo de endocrinología y nutrición de la Fundación Jiménez Diaz-4 hospitales subrayó que el Alzhéimer engloba la mayor parte de muertes por causa neurodegenerativa en mujeres, lo cual se relaciona con un diagnóstico tardío y con la tendencia de atribuir los primeros síntomas al estrés u otras causas. Este desconocimiento también se extiende a patologías como los infartos, cuyos síntomas en mujeres son diferentes y menos conocidos. Se puso de manifiesto la insuficiente  investigación y tratamiento desde la “mirada con perspectiva de género y sexo” tradicionalmente relacionada  por los desequilibrios hormonales, a lo largo del ciclo de la vida de la mujer.

No obstante, también se profundizó en enfermedades silentes como la incontinencia urinaria y el prolapso vaginal, que muchas mujeres no revelan por miedo al estigma social.

En cualquier caso, se puso el foco sobre la somatización de síntomas y cómo las mujeres son frecuentemente etiquetadas injustamente como “histéricas” por expresar su malestar, lo que lleva a un inadecuado  diagnóstico y tratamiento.

Depresión y ansiedad prevalecen en mujeres

Carrasco hizo énfasis en que la perspectiva de género es esencial en la investigación, la docencia y la transferencia de conocimiento. Destacó la importancia de no confundir las diferencias entre sexos y géneros para no cometer errores en la interpretación de datos. Además, remarcó que la salud mental y el dolor son dos áreas donde las diferencias de género son evidentes, con una mayor prevalencia de depresión y ansiedad en mujeres.

Por otro lado, Carmen Quintanilla, presidenta de la Confederación de Federaciones y Asociaciones de Familias y Mujeres del Mundo Rural, subrayó la necesidad de protocolos sanitarios que consideren las diferencias de género y sexo. Remarcó que, aunque existen protocolos para situaciones como la violencia de género, falta un enfoque diferenciado en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades. Quintanilla también señaló que las mujeres rurales se enfrentan a mayores desafíos en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades debido a la falta de recursos y atención especializada.

Por su parte, la farmacéutica comunitaria rural en León, Elena Monje, reseñó la importancia de abordar estas diferencias desde la formación académica. “Cuando explicamos a los estudiantes que históricamente las mujeres no han sido incluidas en los ensayos clínicos, se sorprenden, y empiezan a entender la importancia de esta perspectiva”,

Para Vázquez, este sesgo ha llevado a una falta de guías basadas en evidencia científica que contemplen las diferencias entre hombres y mujeres en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, por lo que  reclama la creación de las mismas que incluyan evidencia específica sobre cómo ciertas enfermedades afectan de manera diferente a hombres y mujeres.

Elena Monje: “En la farmacia tenemos más tiempo para escuchar al paciente que los médicos en consulta”

Monje destacó además el papel crucial de los farmacéuticos comunitarios en escuchar y entender las necesidades de los pacientes. “Nosotros en la farmacia tenemos más tiempo para escuchar al paciente que los médicos en consulta”, explicó. Este tiempo adicional permite a los farmacéuticos identificar síntomas que podrían ser subestimados en una consulta médica rápida y derivar al paciente al especialista adecuado.

Así, la importancia de las farmacias en el medio rural fue también un tema recurrente. “En muchos pueblos, la farmacia es el único servicio sanitario disponible”, comentó Monje. Las farmacias no solo proporcionan medicamentos, sino que también actúan como puntos de apoyo y orientación para la comunidad. Su postura es especialmente importante en situaciones de emergencia o cuando los centros de salud están cerrados. Así, añadir una perspectiva de género al rol de los farmacéuticos podría mejorar significativamente la efectividad  de las estrategias de salud pública.

Para lograrlo, se hizo hincapié en la necesidad de mejorar los servicios de atención primaria. Esto, sobre todo en las áreas rurales. Se ha planteado también ofrecer incentivos para atraer al personal sanitario a estas zonas. La implementación de beneficios fiscales y la mejora de condiciones laborales para los profesionales de la salud en zonas de difícil cobertura fueron algunas de las sugerencias.

La jornada concluyó con una llamada a la acción para mejorar los protocolos y la formación de los profesionales con “la mirada de la perspectiva de género y sexo”, asegurando así que los profesionales de la salud puedan brindar una atención más adecuada y equitativa a las mujeres.

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