El Hospital de Ciudad Real incorpora la crioablación, una técnica para eliminar lesiones tumorales complejas mediante congelación

La crioablación permite efectuar numerosos procedimientos bajo sedación consciente y reduce los dolores durante el postoperatorio

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Foto: Hospital de Bellvitge

Paula Baena
El Hospital General Universitario de Ciudad Real, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), ha incorporado a su cartera de servicios la crioablación percutánea guiada por imagen. Esta innovadora técnica utiliza la congelación para necrosar lesiones tumorales complejas.

La Unidad de Radiología Vascular Intervencionista se ha encargado de realizar la primera intervención mediante esta técnica. Esta cirugía consiste en la introducción de varias criosondas, agujas de calibre fino, por las que se inocula frío extremo en la lesión con el fin de necrosarla.

Así, para localizar el lugar preciso y el ángulo de introducción de las agujas se recurre a la tomografía computerizada (TC), a la ecografía o el angiógrafo, mientras que para congelar los tumores se ha utilizado gas argón a una temperatura de hasta -140 grados centígrados.

Según el Dr. Antonio Pinar, responsable de la Unidad de Radiología Vascular del centro sanitario, la crioablación es muy similar a la técnica de ablación mediante radiofrecuencia y microondas que llevan aplicando los últimos cinco años, pero “la aplicación de frío está indicada en función del tamaño de los tumores y de su localización, ya que el calor puede ser dañino para el órgano afectado”.

Dr. Pinar: “Esta técnica es menos invasiva, más segura y eficaz que otras y facilita una recuperación más rápida de los pacientes”

Esta técnica, además, se puede utilizar en diferentes tumores óseos y localizados en hígado o pulmón. Además, Pinar ha apuntado que la técnica “es menos invasiva, más segura y eficaz que otras y facilita una recuperación más rápida de los pacientes”. “Además, gracias al efecto analgésico del frío, requiere menos fármacos, permite efectuar numerosos procedimientos bajo sedación consciente y se reducen considerablemente los dolores en el postoperatorio”, ha añadido el especialista.

En este caso, se realizó el procedimiento a un paciente de 82 años con un tumor renal de 5x5x4 centímetros. Sin la crioablación, habrían extirpado su riñón en el quirófano. No obstante, el proceso se llevó a cabo sin preocupaciones y el paciente evolucionó de manera favorable, recibiendo el alta al día siguiente.

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