El 25% de la población mundial tiene el hígado graso y la frecuencia se multiplica en personas con obesidad o diabetes

Los endocrinólogos recuerdan que el hígado graso puede llegar a provocar cirrosis, enfermedad hepática que pese a ser muy común es difícil de diagnosticar

Higado-graso

Redacción
La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición 
(SEEN) advierte que el 25% de la población mundial tiene hígado graso, aunque este porcentaje puede variar en función de la región y los factores de riesgo prevalentes en la población. El hígado graso aumenta el riesgo de sufrir una enfermedad hepática como la cirrosis, que conlleva múltiples complicaciones. Esta patología afecta a personas de todas edades, pero especialmente a adultos de mediana y avanzada edad y personas con factores de riesgo que padecen obesidad, diabetes y síndrome metabólico.

Durante el mes de junio, el Grupo Esteatosis Hepática Metabólica (EHMET-SEEN) ha dedicado su campaña “12 meses en Endocrinología y Nutrición, 12 pasos hacia la salud”  a la Enfermedad Hepática Esteatósica asociada a disfunción metabólica (EHMET). Esta es una enfermedad compleja causada por una combinación de factores genéticos, metabólicos y ambientales que provocan la acumulación de grasa en el hígado.

Dra. Ana Sánchez: “Es esencial identificar a los pacientes en riesgo para evitar la progresión a formas avanzadas”

La Dra. Ana Sánchez, miembro del Grupo EHMET de la SEEN, incide en la importancia del diagnóstico y tratamiento precoz “es esencial identificar a los pacientes en riesgo para evitar la progresión a formas avanzadas como la esteatohepatitis no alcohólica, la fibrosis hepática e, incluso la cirrosis”. La detención temprana puede ayudar a implementar cambios en el estilo de vida y controlar las condiciones médicas subyacentes, como la obesidad y la diabetes, que pueden estar contribuyendo a la EHMET.

La Dra. Elena González, miembro del Grupo EHMET-SEEN asegura que “con una buena estrategia de cribado y detección de personas con hígado graso se pueden establecer las mejores pautas de tratamiento en colaboración con los especialistas en hepatología”.

Actualmente existen numerosas moléculas en investigación para el tratamiento de la EHMET, pero es fundamental controlar los factores de riesgo, así como adoptar un estilo de vida saludable para reducir la acumulación de grasa en el hígado y prevenir la progresión de la enfermedad.

Adoptar un estilo de vida saludable reduce la acumulación de grasa en el hígado y previene la progresión de la enfermedad

La Dra. González hace hincapié en algunas recomendaciones nutricionales basadas en la dieta mediterránea, la cual reduce la grasa hepática, ejerce un efecto antiinflamatorio y mejora la sensibilidad hepática a la insulina, independientemente del ejercicio y la pérdida de peso.

Respecto a los avances que se han producido en relación a esta patología, cabe destacar la publicación de algunos trabajos sobre nuevos fármacos en desarrollo para revertir la fibrosis hepática y la esteatohepatitis en pacientes con EHMET. “Sin embargo, hay muchos medicamentos pendientes de aprobación por las autoridades médicas correspondientes, por lo que es fundamental prevenir su aparición mediante la dieta, el ejercicio físico y la educación poblacional”, concluye la endocrinóloga.

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