Redacción
El Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo número 4 de Madrid ha condenado al Ministerio de Defensa al reconocer la muerte en acto de servicio de un agente del Seprona de la Guardia Civil por fiebre de Crimea-Congo.
Según una sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press, se estima el recurso interpuesto por la familia del afectado con el apoyo de la Asociación El Defensor del Paciente. Este recurso se presentó contra la resolución del Ministerio de Defensa que declaraba que el fallecimiento no se produjo en las condiciones necesarias para ser considerado en acto de servicio.
Aunque no se trata de un caso de mala praxis médica, la sentencia es la primera que reconoce que el listado de enfermedades profesionales de la Seguridad Social también debe aplicarse a las clases pasivas.
El agente tenía 51 años y a principios de junio de 2022 empezó a sentirse cansado y con sueño excesivo. Entonces, atribuyó aquellos síntomas a la astenia primaveral y el estrés. A pesar de su malestar, continuó con su trabajo como guardia civil del Seprona en la zona del Bierzo (León).
La autopsia confirmó la causa de la muerte: fiebre hemorrágica de Crimea-Congo
El 17 de junio se encontraba sin fuerzas y caminaba con dificultad, por lo que acudió a su médico de familia, quien lo derivó de inmediato al servicio de urgencias del hospital. La evolución fue muy negativa y el 19 de junio de 2022 falleció. La autopsia confirmó la causa de la muerte: el agente se había contagiado de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, una enfermedad transmitida por garrapatas.
Así, la sentencia establece que las enfermedades profesionales reconocidas a trabajadores de la Seguridad Social deben aplicarse también a los trabajadores de las clases pasivas del estado, como la Guardia Civil.
En España, el sistema de reconocimiento de enfermedades profesionales en la Seguridad Social funciona mediante una lista. Si la enfermedad está en la lista, su etiología es automáticamente laboral. La Asociación El Defensor del Paciente señala que esto simplifica y facilita el diagnóstico, y por primera vez, se reconoce a un miembro de las Fuerzas Armadas, en este caso un Guardia Civil del Seprona.
“La sentencia critica el intento de la asesoría jurídica del Ministerio de Defensa de romper la relación causal cuando existe una presunción legal que no admite prueba en contrario respecto al origen de la enfermedad profesional”, destacó El Defensor del Paciente.
Al aplicar esta presunción, se establece que el fallecimiento del Guardia Civil fue en acto de servicio, ya que las enfermedades infecciosas transmitidas por animales. En este caso, la fiebre de Crimea-Congo está reconocida como enfermedad profesional para el personal que trabaja en la conservación de la naturaleza, y fue contraída al ejercer sus funciones en el Seprona.
