Redacción
Hace algo más de una década la terapia avanzada para tratar a los pacientes con cáncer de riñón con Interferon o la cirugía aislada conseguía una mediana de supervivencia de unos 5-7 meses. Sin embargo, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) destaca cómo en la actualidad los fármacos han mejorado la supervivencia consiguiendo que la mediana supere los 40 meses, manteniendo además una buena calidad de vida para los pacientes.
Las modificaciones del tratamiento en carcinoma de células renales (CCR) han hecho posibles estos avances
SEOM hace un recorrido de la evolución y los avances de las últimas décadas en el tratamiento del cáncer renal, unos avances que han sido posibles gracias a las modificaciones del tratamiento en Carcinoma de células renales (CCR), que han demostrado que el tratamiento adyuvante con pembrolizumab aumenta la supervivencia global en pacientes con carcinoma renal de riesgo intermedio y alto. Otro factor que ha impulsado estos avances es el mejor conocimiento de la biología molecular del carcinoma de células renales que permite identificar vías de señalización que juegan un papel relevante en la progresión de estos tumores.
Aunque existen otras muchas vías de señalización celular, rutas metabólicas, mecanismos de control de ciclo celular que pueden verse alteradas en cáncer renal y también representan potenciales dianas cada vez mejor exploradas, su escasa frecuencia y la dificultad en la identificación de adecuados biomarcadores predictores de eficacia limitan su uso.
La elección de tratamiento se basa en la disponibilidad de los tratamientos aprobados, el grupo pronóstico y las comorbilidades del paciente
Lo habitual es que los pacientes con carcinoma renal avanzado reciban una secuencia de distintos tratamientos que puedan prolongar al máximo su supervivencia llegando hasta medianas superiores a los 40 meses que además mantienen una buena calidad de vida. La elección de tratamiento se basa en la disponibilidad de los tratamientos aprobados, el grupo pronóstico y las comorbilidades del paciente. De forma general, las combinaciones de inhibidores tirosina-quinasa (TKI) e inmunoterapia han demostrado beneficio en tasas de respuesta, así como las combinaciones de inmunoterapia (ipilimumab con nivolumab) también han demostrado beneficio en supervivencia global.
La segunda línea de tratamiento está condicionada principalmente por la terapia recibida en primera línea
Por otra parte, la segunda línea de tratamiento está condicionada principalmente por la terapia recibida en primera línea. Para aquellos pacientes tratados con un TKI anti-VEGF en monoterapia, las opciones recomendadas de tratamiento son la inmunoterapia (nivolumab) o cabozantinib. No obstante, debido a la creciente evolución en el empleo de combinaciones en primera línea, es necesaria mayor investigación en este escenario.
El cáncer de riñón representa el 3% de todos los tumores, es aproximadamente dos veces más frecuente en hombres que en mujeres y la edad media de presentación es a los 64 años. Se estima, además, que es responsable de la muerte de más de 52.000 personas al año en Europa, con 9.208 casos nuevos al año en España.