Pablo Malo Segura
La cirugía bucal en España se encuentra en un momento de crecimiento estable y relevancia dentro de la odontología. La incorporación de nuevos profesionales y el exitoso recambio generacional han fortalecido el ámbito académico. Así lo indica el Dr. Daniel Torres, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Bucal (Secib), que ha sido distinguido con el Premio Dentista del Año que otorga el Consejo General de Dentistas en reconocimiento a la “extraordinaria labor” realizada al frente de la Comisión de Especialidades y a su actividad sobresaliente en investigación y formación en odontología. En una entrevista con iSanidad lamenta que “España acumula un retraso de más de cuatro décadas en el desarrollo de las especialidades odontológicas”. Por otro lado, señala que actualmente la cartera de servicios destinada a la salud bucodental es “muy corta y ampliamente mejorable”.
¿Cómo valora el momento que vive la cirugía bucal en España y a qué retos prioritarios se enfrenta?
La cirugía bucal en España está en un momento bastante importante que yo calificaría como de crecimiento estable. Como ámbito de conocimiento en la odontología, en los últimos años se han incorporado profesionales jóvenes, con el título de odontólogo, que han llegado al máximo de la carrera universitaria (catedráticos), entre los que me cuento, pero también hay otros compañeros con ese rango en Valencia, en Granada, en Barcelona, en Madrid, en Santiago de Compostela, etc. Por tanto, podemos decir que la cirugía bucal a nivel universitario ha concluido con éxito el recambio generacional de nuestros maestros, entre los que podemos citar a los profesores Manuel Donado, Cosme Gay Escoda o José Luis Gutiérrez, que capitaneaban la cirugía bucal desde el momento de la reincorporación del título de odontólogo en España.
“La odontología sigue dando respuesta a las necesidades de desarrollo de la profesión mediante másteres y formación propia y no oficial”
Con respecto al desarrollo profesional de la cirugía bucal dentro de la odontología, la pelea en la defensa de que los odontólogos puedan ejercer el cien por cien de sus atribuciones sigue adelante. Las atribuciones, como bien nos recuerda frecuentemente el Dr. Óscar Castro, las otorga el título de odontólogo y emanan de la Ley 10/86 y no son discutibles a cada paso. Los profesionales debemos seguir trabajando y formándonos día a día para poder ejercerlas con garantías para la sociedad. Todavía hay mucho que hacer y, por supuesto, es una pena que esta formación no esté desarrollada al mismo nivel que en otros países europeos, con el reconocimiento de formaciones especializadas oficiales, aunque la evolución ha sido muy positiva.
En el año 2000 la discusión se situaba en los cordales incluidos; en el 2005-2006, en la elevación de seno; hace poco, el debate eran los implantes cigomáticos o la armonización orofacial. A todas y cada una de esas situaciones, la odontología ha ido respondiendo, primero, desde la legalidad de que son atribuciones que nuestro título nos otorga, como se puede comprobar a nivel europeo, y, segundo, iniciando estructuras o estrategias de formación potentes que permitan desarrollar mejores competencias en estas atribuciones para el dentista que esté interesado en este campo.
“Es una pena que la formación no esté desarrollada al mismo nivel que en otros países europeos, con el reconocimiento de formaciones especializadas oficiales, aunque la evolución ha sido muy positiva”
En resumen, la odontología sigue dando respuesta a las necesidades de desarrollo de la profesión mediante másteres y formación propia y no oficial en entornos que hace muchos años han sido resueltos de forma oficial mediante especialidades en el resto de los países europeos. En España, las administraciones públicas de todo signo y color, pese a que ya se indica en el articulado de la Ley 10/86, no se han dignado a acometer dicho desarrollo, acumulando un retraso para nuestra profesión de más de cuatro décadas.
¿Cuáles son las principales líneas de trabajo actuales de la Secib?
Nuestras líneas son las mismas que nos han caracterizado durante los últimos treinta años: trabajar por el desarrollo de la cirugía bucal dentro de la odontología; realizar congresos de nuestra área, como el próximo, que celebraremos en Gerona, en el cual podremos ver las nuevas tendencias en el ámbito quirúrgico oral; apostar por la evidencia científica, ya sea aportando documentos propios, como nuestras Guía de Práctica Clínica, o en documentos coordinados por el Consejo General de Dentistas de España u otras instituciones para incorporar la máxima evidencia en el tratamiento quirúrgico oral.
“La odontología y la cirugía bucal ocupan un lugar muy por debajo del que deberían en el sistema sanitario público”
En este sentido, queremos felicitar a la revista Medicina Oral Patología oral y Cirugía Bucal, que ha obtenido un rango Q2 en el último JCR publicado y, especialmente, a su director, el profesor José Vicente Bagán; servir de bisagra a los nuevos colegiados para acercarlos al mundo de la cirugía bucal, incluso antes de finalizar el Grado; y buscar líneas de colaboración y crecimiento mutuo con la industria, desarrollando actividades y proyectos enriquecedores para ambos mundos.
¿Qué lugar ocupa el cirujano bucal en el sistema sanitario?
Desde luego un lugar muy por debajo del que podría y debería ocupar la odontología (y el cirujano bucal) en el sistema sanitario público. Es obvio que la cartera de servicios de la sanidad pública, en relación con la patología y los tratamientos odontológicos, es muy corta y ampliamente mejorable. Además, el número de profesionales que se han incorporado en los últimos años, pese a haber crecido, aun es insuficiente.
Por tanto, partiendo del punto que tanto la cartera de servicios como el número de profesionales puede aumentarse, las administraciones públicas deben ir asumiendo la conciencia de los múltiples perfiles que existen en la odontología actual y que un crecimiento de la cobertura pública no se puede hacer de forma bruta aumentando sólo el número de profesionales.
“Un crecimiento de la cobertura no se puede hacer de forma bruta aumentando sólo el número de profesionales”
Igual que un hospital no es sólo un número determinado de médicos, sino que sus perfiles están equilibrados para dar una atención amplia y a la vez efectiva, generar perfiles oficiales (lo que serían las especialidades) en odontología, permitiría plantear un crecimiento no sólo en cantidad, sino en calidad, de la atención odontológica en el sistema sanitario público. Por supuesto, sin detrimento del papel clave y crítico que juega la odontología general en la salud de la población.
Cuando hablamos de que deben crearse las especialidades en odontología, siempre hay quien piensa que va a desaparecer la odontología general. Nada más lejos de la realidad. En los países europeos que tienen especialidades desarrolladas desde hace décadas el número de especialistas alcanza el 15-20% de la profesión. Es decir, el papel de la odontología general en la profesión, incluso con el desarrollo de las especialidades que se consideren, va a seguir siendo crítico e importante (y también lo va a seguir siendo en la sanidad pública).
“El papel de la odontología general en la profesión, incluso con el desarrollo de las especialidades que se consideren, va a seguir siendo crítico e importante”
Recientemente ha sido distinguido con el Premio Dentista del Año que otorga el Consejo General de Dentistas. ¿Qué supone este reconocimiento?
Este premio supone reconocer el trabajo al frente de una comisión, la Comisión Mixta para la Creación de la Especialidades en Odontología, que ha trabajado y sigue trabajando para crear las memorias de creación de las especialidades, de acuerdo al Real Decreto 589/2022, de 19 de julio, que regula el procedimiento y criterios para la propuesta de un nuevo título de especialista en Ciencias de la Salud.
Este RD es el que nos marca las líneas que debemos cumplir y el papel que cada uno de los actores debe jugar. Si bien la memoria debe ser presentada por una sociedad científica, con la creación de esta Comisión hemos querido integrar a la profesión en general (Consejo General de Dentistas de España) y al tejido universitario español (Conferencia de Decanos).
Como presidente de dicha Comisión, aparte de liderar la memoria para la especialidad en Cirugía Bucal en calidad de presidente de Secib, he coordinado las ideas y aportaciones de todas las partes. Creo que debemos estar orgullosos de lo que estamos consiguiendo. Yo me he sentido en todo momento respaldado por mis compañeros presidentes de otras sociedades; por Nacho Rodríguez y Óscar Castro, por parte del Consejo, y por José Luis Gutiérrez y Lluís Giner, por parte de la Conferencia de Decanos.
“Este premio supone reconocer el trabajo al frente de la Comisión Mixta para la Creación de la Especialidades en Odontología para crear las memorias de creación de las especialidades”
Usted preside la Comisión de Especialidades impulsada por la organización colegial. ¿Cómo ha sido el proceso para aunar las diferentes sensibilidades y la colaboración realizada con otras entidades?
La principal ayuda ha sido el Real Decreto 589/2022, de 19 de julio, que regula el procedimiento y criterios para la propuesta de un nuevo título de especialista en Ciencias de la Salud. Este Real Decreto nos marca el camino y, a partir de ahí, hablando, discutiendo, debatiendo todos los aspectos que deben incorporar las memorias, hemos conseguido llegar a unos estándares que pensamos pueden ser asumidos por el Ministerio de Sanidad.
Algunas líneas en las que se identifica claramente el trabajo en equipo son, por ejemplo, la definición de los temarios de cada especialidad, que han sido avalados por la Conferencia de Decanos, o el diseño de unas memorias que respetarán el papel de la odontología general como pilar fundamental de la profesión, aspecto que siempre ha defendido el Consejo General y han asumido todas las sociedades.
¿En qué horizonte temporal considera que las especialidades odontológicas pueden llegar a ser una realidad en España? ¿Qué beneficios aportaría el reconocimiento de la especialidad de cirugía bucal?
Responder a esta pregunta siempre es algo arriesgado, ya que el futuro es incierto. Con el trabajo realizado podríamos presentar unas memorias asumibles por el Ministerio de Sanidad antes de fin de año. Esperemos que por parte del Ministerio se sea ágil en la respuesta y que sea positiva, acabando con un retraso de cuarenta años. A partir de ahí serán las comisiones nacionales de cada especialidad quienes deberán desarrollarlas. Todo ello, podría suponer fácilmente tres o cuatro años hasta que se inicien los estudios y algo menos de una década hasta que la odontología española pueda integrar a los especialistas de una forma gradual.
“Pensamos que con el trabajo realizado podríamos presentar unas memorias asumibles por el Ministerio de Sanidad antes de fin de año”
En el caso de la cirugía bucal, los beneficios serán similares a los que se tendrían en otras áreas. Fundamentalmente, contar con un desarrollo formativo oficial que pueda ser reconocido a nivel europeo, con un acceso a través de un examen nacional, respetando los principios de equidad, mérito y capacidad.