Juan León García
Entre el 20% y el 54% de los pacientes que han recibido un trasplante de órgano sólido no consigue cumplir adecuadamente su tratamiento inmunosupresor, fundamental para garantizar el éxito del injerto. Un hecho que se contrapone al escenario optimista de un país como España con unas tasas de trasplantes a la vanguardia a nivel mundial. Bajo esa premisa, los farmacéuticos se han movilizado para aportar evidencia científica en el marco del proyecto ‘JunTOS’, que ha marcado un nuevo hito con la puesta en marcha a principios de julio del reclutamiento para su estudio de campo. En apenas 20 días desde el inicio del estudio ya había 14 pacientes reclutados.
El trabajo se extenderá desde este 2024 y por los próximos tres años en tres comunidades autónomas (Baleares, Cantabria y Canarias, en concreto en Tenerife), para aglutinar una muestra total de 316 pacientes trasplantados. Una vez se obtengan los resultados permitirán avalar “científicamente” el trabajo conjunto y la continuidad asistencial entre farmacéuticos, ha refrendado Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Farmacéuticos (Cgcof).
El estudio científico se extenderá desde este 2024 y por los próximos tres años en tres comunidades autónomas para monitorizar a una muestra total de 316 pacientes trasplantados
En definitiva, se trata de mejorar “el bienestar, la calidad de vida y la tasa de supervivencia”, ha precisado Aguilar, de un colectivo que registra peores cifras de adherencia en hombres que en mujeres. De la mano de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), y con el apoyo de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), que avaló los materiales formativos elaborados para este estudio, esperan ofrecer los primeros resultados en el primer trimestre de 2025.
Dicha monitorización se extenderá durante 18 meses mediante visitas cada semestre para las dos cohortes en que se divide el trabajo. La primera, compuesta por 79 pacientes, se caracterizará por aquellos recién trasplantados y reclutados por farmacia hospitalaria. En la segunda, con una muestra de 237 sujetos, estarán aquellos pacientes con 18 meses o más desde el trasplante y, en este caso, reclutados por farmacia comunitaria.
Más conocimiento para más cumplimiento
Ana Belén Martín, responsable de Cohesión Asociativa de la Federación Nacional de Asociaciones para la lucha contra las enfermedades del riñón (Alcer), tiene claro que el objetivo debe ser “concienciar sobre la adherencia a los inmunosupresores, necesarios para llevar mejor ese tratamiento” posterior a la operación. En especial cuando se trata de pacientes con, al menos, varias comorbilidades y que toman medicación para cada una de las que tienen asociadas. Desde su punto de vista como paciente trasplantada, es necesaria la figura del farmacéutico para que explique “por qué es importante tomar la medicación para que sirva ese injerto” y evitar así volver al tratamiento sustitutivo (la diálisis, en el caso de los pacientes renales).
En JunTOS también participan las principales asociaciones de pacientes trasplantados, como la propia Alcer u otras, como la Federación Española de Trasplantados de Corazón (Fetco), Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos, Asociación Valenciana de Trasplantados de Corazón y Pulmón, Asociación Gallega de Trasplantes y Asociación Madrileña de Trasplantados de Pulmón.
Ana Belén Martín (Alcer): “El farmacéutico es esencial para explicar por qué es importante tomar la medicación para que sirva ese injerto”
Como refuerza Ismael Escobar, delegado en Madrid de la SEFH, la iniciativa conecta con tres atributos íntimamente ligados a la figura del farmacéutico. Una actividad asistencial centrada en el paciente; un espíritu “colaborativo y multidisciplinar”; y el ámbito investigador, “que es uno de los valores más importantes para la SEFH. El método científico es el mejor camino para avanzar en el conocimiento”, ha sentenciado.
En la misma línea se muestra Beatriz Domínguez-Gil, directora general de la ONT, para quien ese “abordaje holístico” donde se tienen en cuenta estos actores permiten además garantizar unos hábitos de vida saludables. También deja claro que si ya España es “líder” en la práctica de trasplantes y de donaciones, este estudio propiciará que también se convierta en referente “en farmacia y en el seguimiento del paciente trasplantado”.
Entender las razones de la no adherencia
La falta de cumplimiento terapéutico conduce a situaciones como la pérdida del injerto o el rechazo agudo o el crónico, este último la principal causa de rechazo que constituye el gran reto terapéutico de la optimización de la inmunosupresión farmacológica postrasplante, recuerda Ana Sangrador, Grupo de trabajo FarmaTrasplante de la SEFH y Vocal Nacional de Farmacia Hospitalaria.
De tal manera que la Dra. Sangrador lo relaciona con “múltiples motivos” de la no adherencia. Entre otros, los factores de la enfermedad; socioeconómicos; el sistema sanitario u otros más subjetivos, como la “confianza” del paciente con determinados tratamientos, que “a veces no es la que tiene que ser”.
También se presentan situaciones de baja adherencia producto de interacciones entre las terapias inmunosupresoras con otros fármacos; entre medicamento y alimento o entre estos y suplementos alimenticios. Todo ello repercute en un mayor número de ingresos, visitas a Urgencias o aumento de la mortalidad, destaca la también investigadora principal de este estudio científico.
Se presentan situaciones de baja adherencia producto de interacciones entre las terapias inmunosupresoras con otros fármacos, con alimentos o con sumplementos alimenticios, indican desde la SEFH
Sí se tiene bien estudiado que la adherencia en los primeros seis meses tras el trasplante es “máxima”, señala la Dra. Sangrador. “Pero empeora después”. De ahí que el estudio en marcha busque explicar “los motivos de la no adherencia”. Más si cabe en los pacientes mayores trasplantados, “que llevan una mochila de comorbilidades”.
La profesional ve clave la colaboración multidisciplinar entre médicos y niveles asistenciales, si bien la mayor carga asistencial recae sobre el farmacéutico comunitario, donde estima que recogen “entre el 90% y el 95% de la medicación”.
“Si conseguimos que haya una auténtica coordinación y que estemos todos informados con conocimientos parecidos, conseguiremos una atención farmacéutica continuada en el tiempo”, analiza la Dra. Sangrador.
Por último, destaca consejos sencillos como el uso de recordatorios en el móvil, establecer rutinas en la toma de medicamentos o el uso de soluciones como el Sistema Personalizado de Dosificación (SPD) o pastilleros. Además de la educación continua o meidr la situación de la adherencia con encuestas, que también ayudarían a mejorar la tasa de cumplimiento terapéutico entre estos pacientes.