Juan León García
“Vengo a esta gira y es como que he dado pasos hacia atrás. Como que mentalmente no estoy bien, como que no estoy fuerte. Uno de los problemas que tengo es que no sé controlarme, no sé cómo gestionarlo y eso para mí la verdad que es un problema”. Quien habla es Carlos Alcaraz, una de las grandes promesas del tenis mundial que, a sus 21 años y tras caer eliminado en las primeras rondas del US Open, reconoce que algo no va bien a nivel mental.
El deporte de élite es cada vez más exigente, y los calendarios aparecen repletos de eventos, lo que exige no solo una buena preparación física sino también entrenar la resiliencia mental, apunta Ana Merayo, directora del Curso de Psicología del Deporte de Alto Rendimiento Online de la Universidad Alfonso X El Sabio (UAX). iSanidad analiza con esta profesional el cambio de paradigma de un ámbito que conoce bien, ya que ha pasado por La Masía, la Residencia Joaquín Blume del Consejo Superior de Deportes (CSD), además de asesorar a deportistas y equipos en esta especialidad.
¿Qué importancia tiene la buena salud mental en el deporte de élite?
A mí me gusta hablar, no de la salud mental en el deporte, sino de la salud mental de la persona. Al fin y al cabo, el deporte es un rol, es una parte muy alta de dedicación que tiene la persona al ámbito deportivo. Por lo tanto, igual que entrenamos las otras características (la técnica, la táctica y lo físico), tenemos que trabajar la parte mental y emocional que se pone en juego cada vez que practicamos deporte y que seguimos trabajando para conseguir nuevos retos y objetivos.
“Igual que entrenamos las otras características (la técnica, la táctica y lo físico), tenemos que trabajar la parte mental y emocional”
¿Cómo ha evolucionado la figura del psicólogo del deporte en las últimas décadas?
A lo largo de los años no sólo ha habido una evolución en cuanto a cuál es la presencia de los psicólogos dentro del deporte, sino también cuál ha sido su función. En un primer momento era más cómo pueden mejorar los tiempos de reacción, cómo podemos hacer que estén más concentrados o motivados.
Ahora estamos hablando de cómo podemos cuidar ese bienestar de la persona para que pueda tener un equilibrio, para que pueda rendir. Por lo tanto, no sólo hablamos de variables psicológicas en el deporte, sino que también hablamos de variables psicológicas para la vida.
¿Hasta qué punto influye una mala preparación psicológica a la hora de ser más propenso a sufrir una lesión o tener una recaída?
Cuando hablamos de una lesión en la vida de un deportista y cuando hablamos de una posible recaída, estamos hablando de poder acompañar al deportista en ese cuidado. Acompañarlo en la nueva adaptación a las circunstancias que está viviendo como deportista alejado del mundo del deporte y centrándose en cómo puede encontrarse mejor, tanto a nivel emocional como a nivel de hacer todas las cosas que le tocan en el gimnasio, en fisioterapia y también entender cuál es el proceso en el que está.
No me gusta hablar de una mala gestión, me gusta hablar de qué es lo importante para superar una nueva etapa. Al final una lesión es una transición, un parón en la actividad físico-deportiva. Por lo tanto, es una oportunidad para trabajar otras variables, desde el autoconcepto de la confianza hasta el hecho de adquirir nuevos hábitos que le lleven a tener unas nuevas rutinas cuando se incorpore.
“Al final una lesión es una transición, un parón en la actividad físico-deportiva. Por lo tanto, es una oportunidad para trabajar otras variables”
Lo que está claro es que durante una lesión la preparación psicológica nos tiene que ayudar a que esta situación nos sirva de aprendizaje. Para que salgamos más reforzados y fuertes hay que trabajar sobre todo la prevención hacia nuevas lesiones y a nivel emocional cómo hacer frente al momento de estar parado (cese de la actividad deportiva), y el return to play, volver a incorporarse a esa nueva actividad después de esos meses que se hayan producido de baja.
Por otro lado, ¿qué beneficios puede presentar para una persona deportista en general, y un deportista de élite en particular?
Cuando hablamos de psicología del deporte hablamos de entrenamiento mental, del entrenamiento psicológico para el rendimiento. Por lo tanto, siempre que hablamos de rendimiento, estamos hablando de la mejora continua en el día a día. La ambición de ser mejor, nuestra mejor versión, que vayamos perfeccionando, que vayamos consiguiendo ese establecimiento de objetivos que nos podemos proponer. Por lo que es muy similar tanto en las personas de calle como en las personas que se dedican a un deporte y más a un deporte profesional.
Hablamos de cómo manejar nuestra concentración, cómo va regulándose nuestra motivación y cómo la podemos dirigir con esos pequeños retos que nos van guiando para conseguir los grandes objetivos. La activación, no sólo física, sino la mental que nos proporciona el estar concentrados. Hablamos de una autoestima y un autoconcepto.
Es decir, cuando nos sentimos capaces de conseguir cosas nuestra confianza aumenta y, por tanto, nuestra competencia. Nos sentimos capaces de hacer cosas que nos estamos planteando. La comunicación es otra de las variables que se pueden trabajar. Como la comunicación asertiva, poder dar mi punto de vista, atreverme a hacer cosas, no necesariamente nuevas, sino desde otro punto de vista o con otras herramientas.
“Para que salgamos más reforzados y fuertes hay que trabajar sobre todo la prevención hacia nuevas lesiones y a nivel emocional cómo hacer frente al momento de estar parado”
La psicología, en general y en específico la aplicada al deporte, consiste en ampliar el número de herramientas y estrategias que pueden tener las personas para hacer frente a su día a día, tanto en la adaptación y en la mejora como en la consecución de etapas que le puedan llevar a la excelencia.
¿Diría que ha cambiado el paradigma de la salud mental y, por tanto, de la preparación psicológica en el deporte de élite?
Lo que sí que diría es que en los últimos años precedidos por el COVID y por el nivel de exposición mediática que tienen los deportistas, así como la inmediatez de que todo es visible para todo el mundo en segundos, lo que ha cambiado es la visibilización de todos los problemas de salud mental del trabajo que se realiza. Que hayan salido deportistas de muy alto nivel expresando sus dificultades a lo largo de carreras deportivas, o una vez han finalizado esas carreras deportivas y que en la gran mayoría de los países cada año se han intentado mejorar los procesos de prevención como intervención en los deportistas, para mí no es tanto un cambio de paradigma, sino un cambio en la visibilización.
Lo que antes significaba tengo dificultades a nivel emocional o psicológico, era un “soy débil”. Ahora consiste en que al igual que yo trabajo con un nutricionista, con un preparador físico, con mis entrenadores… ¿por qué no voy a trabajar con mi psicólogo o en mi entrenamiento mental? Es una parte más del deporte en el que no es sólo que me pasen cosas que no sé cómo afrontar o que sean un problema o una dificultad, sino que yo quiero mejorar para que toda la parte deportiva y personal pueda estar equilibrada.
“En los últimos años precedidos por el COVID y por el nivel de exposición mediática que tienen los deportistas, lo que ha cambiado es la visibilización de todos los problemas de salud mental”
No obstante, cada vez más los calendarios de los profesionales del deporte están sobrecargados. Un ejemplo bien claro es el del fútbol en este 2024. ¿Cómo aguantar psicológicamente un ritmo tan alto?
Aquí hay un gran engranaje de qué necesita el deportista a nivel físico, técnico y táctico. Sobre todo, tienen una gran importancia las estrategias de recuperación y de desconectar después de los partidos a nivel psicológico para poder afrontar las siguientes etapas. Cada vez se da más importancia al entrenamiento invisible, cómo dormimos y para qué podemos recuperar, cuál es nuestra alimentación, nuestra hidratación y cuál es nuestra gestión emocional. Por lo tanto, aquí, una de las estrategias es centrarnos en el día a día.
Si estoy empezando a pensar en “me quedan 15 partidos, tenemos muchos desplazamientos, es que hemos perdido, es que tenemos que ganar el siguiente, no sé si voy a ir convocado…”. Centrarse en el aquí y ahora es una de las técnicas en las que podemos detener nuestro pensamiento. Centrarse en no adelantar cosas futuras que quedan por venir o el conectar con cosas pasadas que no salieron como nosotros deseábamos.
Por lo tanto, es una manera de poder prevenir estados de mucha alerta, de mucho desgaste, de ansiedad, de momentos de fatiga (no solo física sino también mental) y de poder prevenir el burnout o la sensación de estar muy quemado y perder motivación o la concentración en las cosas que estamos haciendo.
“Cada vez se da más importancia al entrenamiento invisible”
Al igual que en otros ámbitos, la colaboración multidisciplinar se antoja crucial. ¿Con qué otros profesionales sanitarios mantienen una estrecha relación cuando alguno de sus pacientes requiere de algún tipo de terapia?
Esta forma de trabajar multidisciplinar e interdisciplinar cuando se trabajan en clubes o instituciones deportivas es una práctica muy habitual. Los profesionales con los que más relación se tiene son con los médicos, con los fisioterapeutas, con los nutricionistas, y con el staff en general (entrenadores y preparadores físicos).
Esto también depende de la edad de los deportistas. Por ejemplo, cuando son categorías inferiores que están en instituciones profesionalizadas, en muchas ocasiones estamos en conexión con residencias, con profesores y, aunque no sean profesionales, con las familias porque también tienen mucha información en el caso de que sean canteras.
Cuando hablamos de un staff, hablamos de médicos, fisios, nutricionistas y técnicos. El hecho de que un entrenador pueda saber cuál es el estado emocional para poder darles estrategias que lleguen a sus deportistas, hablar con los fisios para que nos puedan traspasar información para trabajar luego en sesión o que nosotros podamos también darles información de cómo pueden hacer una comunicación más proactiva, darles más seguridad, ir midiendo cuál es su estado emocional, por ejemplo, con los médicos y fisios durante una lesión. Este trabajo yo creo que es ya bastante frecuente y para mí es una forma global de ver al deportista 360º que facilita y, sobre todo, asegura y apoya al deportista en todas las acciones que va haciendo en su deporte y con el club.