Redacción
El mieloma múltiple no tiene cura, las recaídas son un problema para los pacientes que viven con esta neoplasia hematológica, quienes, además, mayoritariamente suelen tener edad avanzada. Los pacientes terminan haciéndose resistentes a los tratamientos y, hasta hace muy poco tiempo, la ciencia carecía de nuevas opciones. La llegada de los anticuerpos biespecíficos, una nueva opción terapéutica con un mecanismo de acción diferente, ha cambiado el escenario para los pacientes con mieloma múltiple que han recaído varias veces.
“Este tipo de terapias, que se dirigen frente al antígeno BCMA de las células plasmáticas y el antígeno CD3 de los linfocitos T facilitando la respuesta inmune, han conseguido prolongar la supervivencia libre de progresión (SLP) de nuestros pacientes, así como mejorar la tasa de respuestas (TR) y la calidad de las mismas”, afirma la Dra. Rebeca Iglesias, jefa de la Unidad de Mieloma Múltiple y Gammapatías de MD Anderson Cancer Center Madrid.
Dra. Rebeca Iglesias: “Los anticuerpos biespecíficos, que se dirigen al antígeno BCMA y al antígeno CD3 han conseguido prolongar la supervivencia libre de progresión de nuestros pacientes con mieloma múltiple”
Para la especialista, la aprobación de este tipo de terapias ha supuesto una “gran oportunidad” para los pacientes refractarios a los tratamientos que se venían utilizando: inhibidores del proteasoma, Inmunomoduladores y anticuerpos monoclonales anti-CD38. Los anticuerpos biespecíficos solo están disponibles para los pacientes triple refractarios, en los que la enfermedad vuelve después de haber recibido todas las terapias anteriores.
En estos pacientes se utilizan tratamientos continuados que se mantienen hasta la progresión, con el objetivo de prolongar la respuesta y retrasar la recaída. “Esta estrategia ha generado resistencia a los fármacos utilizados, por lo que, en los últimos años, se han desarrollado nuevos medicamentos con mecanismos de acción diferentes para tratar la enfermedad resistente”, explica.
Los efectos secundarios de los anticuerpos biespecíficos, aunque “esperables y manejables”, requieren “de un seguimiento estrecho” de estos pacientes con mieloma múltiple
Los anticuerpos biespecíficos se administran en monoterapia, vía subcutánea, hasta progresión de la enfermedad. En cuanto a los efectos secundarios más característicos, destacan el síndrome de liberación de citoquinas, la toxicidad neurológica y las infecciones. La Dra. Iglesias señala que se trata de efectos secundarios “esperables y manejables” pero que requieren de “un seguimiento estrecho, especialmente durante los primeros ciclos”. Son efectos que, además, hacen necesaria la supervisión por parte de un equipo multidisciplinar, añade la especialista, que advierte que estos anticuerpos deben administrase en hospitales que cuenten con unidad de cuidados intensivos por si surgen complicaciones.
Iglesias destaca la importancia de la incorporación de este tipo de terapias al actual arsenal terapéutico para prolongar la supervivencia y mejorar la calidad de vida de los pacientes con mieloma múltiple y sostiene que, gracias a la investigación y la innovación, se están cubriendo necesidades médicas no cubiertas. “Con la reciente aprobación de la terapia CAR-T frente a BCMA, y a la espera de los resultados de los ensayos clínicos que combinan los anticuerpos biespecíficos anti BCMA con anticuerpos monoclonales anti CD38 y con otros anticuerpos biespecíficos anti GPRC5D, lo mejor para los pacientes con mieloma está por llegar“, finaliza la experta de MD Anderson Madrid.