Redacción
Fue el pasado 23 agosto cuando el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, anunció durante un encuentro a través de Instagram que la reclasificación profesional del personal de enfermería se abordaría cuando finalizara el mes de agosto, y que no afectaría solamente a estos profesionales. “No va de A1, A2 o B, sino que va de reclasificar en el marco de la realidad que tenemos ahora, que no es solamente coger una reclasificación previa a Bolonia, actualmente obsoleta”, señaló.
Estas declaraciones han generado dudas en el Consejo General de Enfermería, que ya ha mantenido reuniones con la ministra Mónica García en las que, asegura el organismo, la titular de Sanidad les “ha garantizado” que las enfermeras pasarían a formar parte del grupo profesional A1 de la escala de la Administración, y dejarían de considerarse A2, el puesto que se reservaba a los profesionales que cursaban carreras universitarias de tres años antes de la entrada del Plan Bolonia que igualó las antiguas diplomaturas y la mayoría de licenciaturas en los nuevos grados con cuatro años de duración.
El secretario de Estado Javier Padilla anunció el 23 de agosto que se retomaría la reclasificación profesional de enfermería y de otros profesionales sanitarios al finalizar agosto
Este mismo miércoles, el presidente del CGE, Florentino Pérez Raya ha dicho que “en ningún caso se consentirá que las enfermeras queden fuera de esta reclasificación, aunque llegase a abandonarse la denominación actual, y puedan acceder por fin a puestos de gestión ahora vetados, así como a la remuneración económica correspondiente”. En un comunicado, Pérez Raya insiste en que “las enfermeras deben estar al nivel de todas las profesiones con una formación de grado, como otras profesiones sanitarias afines”.
Aunque en el Consejo asegura ser “conscientes” de la “complejidad” de la reforma y de que no solo el Ministerio de Sanidad está implicado, mantienen la exigencia de elevar la clasificación administrativa de las enfermeras españolas. Entienden que mantenerlas en el grupo A2 es una “anomalía histórica” que impide a los 345.000 profesionales de enfermería que se contabilizan en el país acceder a determinados puestos y “supone una discriminación y una injusticia a nivel laboral”, afirman.
Florentino Pérez Raya: “En ningún caso se consentirá que las enfermeras queden fuera de esta reclasificación, aunque llegase a abandonarse la denominación actual, y puedan acceder por fin a puestos de gestión ahora vetados”
“Esto da lugar a situaciones anómalas e incomprensibles como que, por ejemplo, un periodista, un psicólogo, un economista, un abogado o un físico nuclear pueda dirigir un hospital o un centro de atención primaria mientras que una enfermera, incluso aunque tenga una formación complementaria y todos los másteres en gestión que haya en el mercado, queda excluida para el puesto o es cesada ante sentencias y reclamaciones que se escudan o fundamentan en la pertenencia actual -y equivocada- al grupo A2 de la Administración”, lamenta el CGE.
Pérez Raya afirma que “menospreciar” a estos profesionales “es algo que mancha a cualquier Gobierno”. “Exigimos que la anunciada reclasificación sea una realidad, por justicia y por dignidad, lo más pronto posible”, declara el presidente del CGE, “deben actuar ya, con valentía política, porque, efectivamente, estos trámites implican a gran parte de la maquinaria del Estado y a varios ministerios de este Gobierno”, concluye.