La historia del crowdfunding que permitirá seguir formándose a un investigador que desarrolla piel artificial para bebés

Miguel Grande utiliza una plataforma de micromecenazgo para recaudar el coste del máster en el que ha sido admitido en el Imperial College London, con el que quiere seguir avanzando en sus investigaciones en ingeniería de tejidos y medicina regenerativa

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Miguel Grande. Fotos: Cedida por el Instituto Imdea Materiales

Gema Maldonado
Su entusiasmo por seguir aprendido sobre tejidos y órganos artificiales le ha llevado a buscarse un plan B al enterarse de que el Imperial College London, una de las universidades más prestigiosas del mundo, le había admitido en un máster que no podía pagar. Miguel Grande Ráez, que lleva meses trabajando en el desarrollo de piel artificial para bebés con craneosinostosis, pensó cómo podía conseguir el dinero necesario en muy pocos meses.

Los casi 56.000 euros que cuesta el Máster en Ciencia e Ingeniería de Materiales Avanzados en el Imperial College London eran un obstáculo insalvable para este investigador, que optó por abrir un crowdfunding

Las 47.000 libras (casi 56.000 euros) que cuesta la Maestría en Ciencia e Ingeniería de Materiales Avanzados de la universidad británica eran un obstáculo insalvable, sobre todo, después de que un error burocrático en Reino Unido asignándole un estatus migratorio que no le corresponde hiciera que le quitaran la beca de 30.000 libras que en un primer momento le habían concedido.

Su mentor en el prestigioso Massachusetts Institute of Technology (MIT) en Estados Unidos, donde estuvo investigando todo el curso pasado, le sugirió una solución: “¿Por qué no abres un crowdfunding?”. A finales de julio lo hizo; se registró en una plataforma de micromecenazgo contando su historia y sus objetivos. Hasta el pasado viernes, había conseguido 23.000 euros, una cifra bastante lejana de los 49.502 euros que necesita para poder completar el pago de la matrícula. Pero en 48 horas, ya había doblado esta cifra.

Hasta el pasado viernes, había conseguido 23.000 euros mediante el crowdfunding, pero una conocida cuenta en redes sociales que compartió su historia, hizo que en 48 horas doblara la recaudación

Una famosa cuenta de Instagram y Tik Tok (@ceciarmy) había grabado un vídeo con él en el laboratorio y había compartido su caso con sus 7,4 millones de seguidores entre ambas redes sociales. “Es increíble. Mi historia ya había salido en medios, pero la capacidad que tienen las redes sociales para llegar al agente es tremenda”, cuenta a iSanidad. Este martes ya estaba a 2.000 euros de su objetivo. Ha tenido donaciones de todo tipo, desde cinco euros hasta la más cuantiosa, de 1.000 euros, que apena podía creer cuando vio esa cifra. “He intentado buscar al donante y agradecérselo, pero no lo he encontrado”, señala.

miguel-grande-investigador-piel-artificial-crowdfunding-2Miguel Grande tiene 24 años, pero tiene muy clara cuál es su meta: tener su propio laboratorio de investigación en ingeniería de tejidos y medicina regenerativa en un plazo de unos 10 o 15 años en España. Los investigadores biomédicos, como de otros campos de la ciencia, no lo tienen muy fácil para desarrollar su trayectoria en España, pero este ingeniero biomédico de Leganés, en Madrid, quiere devolver a la sociedad todo lo que le ha dado.

Miguel Grande tiene muy clara su meta: tener su propio laboratorio de investigación en ingeniería de tejidos y medicina regenerativa en un plazo de unos 10 o 15 años en España

Estudié en un colegio y un instituto públicos y me he formado en la Universidad Politécnica de Madrid, que me ha dado la oportunidad de ir a muchos sitios y me encantaría devolver todo eso aquí, encima en un campo en el que España es tan activo, como son los trasplantes”, explica el investigador nada más terminar su labor en el Instituto Imdea Materiales, un centro público de investigación ubicado en Getafe (Madrid).

Allí ha formado parte del Grupo de Biomateriales y Medicina Regenerativa, que lidera el proyecto europeo Biomed 4D con el objetivo de mejorar la vida de los bebés con craneosinostosis, un problema congénito por el que los huesos del cráneo se cierran de forma prematura y puede afectar al desarrollo cerebral. Los tratamientos actuales “son cirugías muy invasivas” y se utilizan métodos que afectan muchos al día a día del bebé para obtener piel de otra parte de su cuerpo, así que este proyecto desarrolla una mejor solución.

“Estudié en un colegio y un instituto públicos, y me he formado en la Universidad Politécnica de Madrid, que me ha dado la oportunidad de ir a muchos sitios. Me encantaría devolver todo eso a la sociedad en España”

“Se han diseñado unos dispositivos inteligentes con materiales 4D, capaces de expandirse cuando reciben un estímulo. En este caso el estímulo es que el cráneo del bebé se está cerrando, por lo que los dispositivos responden para evitarlo y abrirlo”, explica. Al mismo tiempo, la piel que recubre el cráneo tiene que expandirse, y para eso, hace falta piel artificial. “Es esa parte del proyecto en la que yo trabajo. Estamos desarrollando el material con las propiedades necesarias para generar esta piel artificial, trabajando con las células, con factores de crecimiento y testándolo in vitro”, explica el investigador. Acaba de terminar su estancia en el proyecto porque en unos días parte a Londres para empezar las clases del máster el 30 de septiembre.

Pese a que existen investigaciones como esta y otras en materia de ingeniería de tejidos con aplicaciones clínicas, como es el caso del tratamiento con piel artificial en grandes quedamos que recientemente ha incorporado el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, “es una pena, pero quizá el campo de la medicina regenerativa no está tan desarrollado en nuestro país”, reconoce Miguel.

“Muchas veces la ciencia se ve relegada en España, pese a que a los investigadores españoles se los rifan en el extranjero”

Es consciente de que en España “muchas veces la ciencia se ve relegada, pese a que a los investigadores españoles se los rifan en el extranjero”. Es fuera del país, en sus múltiples estancias de formación e investigación donde ha visto uno de los grandes problemas del ecosistema investigador nacional, dondefaltan vías de traslación de los resultados de nuestras investigaciones de forma que el artículo científico no vaya a un cajón, sino que se lleve a la realidad”. 

Esta realidad no le impide seguir dando pasos en su objetivo, seguir formándose en Londres para “asentar conocimientos” e iniciar el doctorado en una buena universidad para, después, hacer despegar la medicina regenerativa en nuestro país. “A ver si lo consigo”, concluye.

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