Las vacunas permitirían reducir el consumo de unos 2.500 millones de dosis de antibióticos

Un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluye que las vacunas contra 24 patógenos podrían reducir el número de antibióticos necesarios en un 22%

Vacuna-alzheimer

Redacción
Las vacunas contra 24 patógenos podrían reducir el número de antibióticos necesarios en un 22%, es decir, se ahorrarían 2.500 millones de dosis cada año en todo el mundo, lo que ayudaría a hacer frente a la resistencia a los antimicrobianos (RAM). Así se desprende de un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentado este jueves.

“Esto es importante porque las resistencias antimicrobianas están impulsadas en gran medida por el mal uso y el uso excesivo de antimicrobianos. Cuantos más medicamentos antimicrobianos se tomen, más se desarrollará la resistencia a los antimicrobianos”, ha resaltado el principal autor del estudio, Mateusz Hasso-Agopsowicz, este jueves durante la rueda de prensa celebrada por la agencia sanitaria para presentar el estudio titulado ‘Estimando el impacto de las vacunas en la reducción de la resistencia antimicrobiana y el uso de antibióticos’.

A este respecto, las vacunas son una parte esencial de la respuesta para reducir las resistencias antibióticas, ya que previenen las infecciones, reducen el uso y el uso excesivo de antimicrobianos, y frenan la aparición y propagación de patógenos farmacorresistentes.

“En realidad, la resistencia a los antimicrobianos es una especie de carrera entre los microbios o los bichos, que cada vez son más inteligentes para eludir los antimicrobianos o los antibióticos, y el desarrollo de nuevos medicamentos. En los últimos años ha quedado claro que se trata de un grave problema de salud pública, y también de una amenaza para la riqueza y el desarrollo. Significa que las infecciones son cada vez más difíciles de tratar y que las opciones de tratamiento para ciertas enfermedades son cada vez menores”, ha explicado el director de Vigilancia, Prevención y Control del departamento de AMR de la OMS, Yvan J-F. Hutin.

Gripe, neumonía o tuberculosis

El nuevo informe amplía el estudio de la OMS publicado en ‘BMJ Global Health’ el pasado año. Según recoge, vacunas que ya se utilizan contra la neumonía por neumococo, Haemophilus influenzae tipo B y la fiebre tifoidea podrían evitar hasta 106.000 muertes asociadas a la AMR cada año. Además, se podrían evitar otras 543.000 muertes anuales asociadas a la AMR cuando se desarrollen y apliquen en todo el mundo nuevas vacunas contra la tuberculosis y la Klebsiella pneumoniae.

En concreto, cada año, la vacuna contra Streptococcus pneumoniae podría ahorrar 33 millones de dosis de antibióticos, si se consigue vacunar al 90 por ciento de los niños del mundo, así como a los adultos mayores. La vacuna contra la fiebre tifoidea podría ahorrar 45 millones de dosis de antibióticos, si se acelerara su introducción en los países de alta carga de morbilidad. Mientras, la vacuna contra la malaria causada por Plasmodium falciparum podría ahorrar hasta 25 millones de dosis de antibióticos que a menudo se utilizan para tratar esta.

El informe también recoge que cuando se desarrollen las vacunas contra la tuberculosis se ahorrarán entre 1.200 y 1.900 millones de dosis de antibióticos, una parte significativa de los 11.300 millones de dosis que se utilizan anualmente contra las enfermedades cubiertas por este informe.

Costes hospitalarios de 730.000 millones

Otra de las conclusiones de este informe tiene que ver con los costes hospitalarios que supone el tratamiento de la resistencia a patógenos, que se estima en 730.000 millones de dólares anuales a escala mundial. Si se pusieran en marcha vacunas contra todos los patógenos evaluados, podrían ahorrarse un tercio de los costes hospitalarios asociados a la AMR, ha concluido el informe. “Esto se debe a que las personas vacunadas no contraen enfermedades con tanta frecuencia, requieren menos estancias hospitalarias largas y costosas, así como tratamientos de segunda y tercera línea de antimicrobianos menos costosos”, ha argumentado Hasso-Agopsowicz.

“Este informe es un llamamiento a la acción para las partes interesadas en la inmunización y la AMR a través de tres grupos de recomendaciones”, ha señalado Hasso-Agopsowicz. La primera recomendación, según ha detallado, es que los gobiernos, el sector privado y los financiadores deben reconocer el impacto de las vacunas en la reducción de la resistencia a los antimicrobianos e integrarlo en la estrategia de inmunización mundial, regional y nacional contra la resistencia a los antimicrobianos.

El autor del informe ha recordado que es “un llamamiento a la acción para las partes interesadas en la inmunización y la resistencias antimicrobianas a través de tres grupos de recomendaciones”

La segunda sugerencia es que los países amplién el arsenal de vacunas existentes y asegurarse de que son utilizadas adecuadamente, en especial en los países que tienen una baja cobertura de vacunación. Por último, se pide que los gobiernos, el sector privado y los financiadores inviertan en el desarrollo de vacunas nuevas y mejoradas.

Por su parte, el jefe de unidad del equipo de Investigación de Producto y Entrega del departamento de Inmunización, Vacunas y Productos biológicos (IVB, por sus siglas en inglés) de la OMS, Martin Friede, ha resaltado que este informe permitirá abordar los problemas actuales y los del futuro, emprendiendo la investigación y el desarrollo de vacunas basadas en la mortalidad y morbilidad relacionadas con los antibióticos que se producirá si estas vacunas no se introducen.

Recomendaciones

El informe de la OMS llama a los gobiernos, el sector privado y los financiadores a reconocer la importancia de las vacunas en la lucha contra la AMR e integrarlas en sus estrategias de inmunización. También sugiere ampliar la cobertura de las vacunas existentes y apoyar el desarrollo de nuevas opciones. Según Martin Friede, del departamento de Inmunización de la OMS, este enfoque ayudará a enfrentar los desafíos actuales y los futuros relacionados con la resistencia a los antibióticos.

La reciente declaración política de la ONU sobre AMR, adoptada en la 79ª Reunión de Alto Nivel, refuerza estos compromisos y establece objetivos para reducir en un 10 % las muertes por AMR bacteriana para 2030, subrayando la importancia de un enfoque global y multisectorial.

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