Redacción
El Día Mundial contra el Cáncer de Mama es un recordatorio del impacto de esta enfermedad, y una invitación a actuar desde múltiples frentes: investigación científica, prevención, apoyo emocional y la concienciación social. Gracias a los avances en tratamientos y diagnósticos, la tasa de supervivencia a cinco años es del 85,5%. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para mejorar la calidad de vida de las pacientes y frenar su avance, especialmente en mujeres jóvenes. Este 19 de octubre, instituciones, profesionales y organizaciones recuerdan que la detección temprana y el apoyo integral son esenciales para combatir el cáncer de mama. Cada gesto de prevención o investigación es un paso hacia un futuro libre de esta enfermedad.
El 19 de octubre se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer de Mama. Es una fecha crucial que impulsa la reflexión y la acción frente a esta enfermedad que afecta a millones de mujeres en todo el mundo. En 2023, más de 35.000 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de mama, según el Observatorio del Cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer. Esta jornada busca no solo promover la detección precoz, sino también enfatizar el impacto humano, la importancia de la investigación y la necesidad de brindar un acompañamiento emocional a las pacientes.
En 2023 más de 35.000 mujeres en España fueron diagnosticadas con cáncer de mama
Una de las principales preocupaciones destacadas por los especialistas es el aumento de casos en mujeres premenopáusicas. La Dra. Sara Cristina, del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario La Luz, señala que, desde 2016, se ha detectado un incremento anual del 1,1% en la incidencia del cáncer de mama en mujeres menores de 50 años, especialmente en los tumores con receptores hormonales positivos. Por su parte, la Dra. Carmen Pingarrón Santofimia, jefa de Ginecología del Hospital Quirónsalud San José, insiste en que la detección precoz es esencial para aumentar las probabilidades de curación. “Es fundamental que las mujeres realicen revisiones ginecológicas anuales, lo que nos permite detectar el cáncer en fases iniciales y ofrecer tratamientos más efectivos”, enfatiza.
En los últimos años, la cirugía del cáncer de mama ha evolucionado hacia procedimientos más conservadores. Según la Dra. Pingarrón, cada vez es más habitual extirpar solo el tumor preservando el tejido sano, lo que contribuye a una mejor recuperación de las pacientes. En cuanto a los ganglios linfáticos, la técnica del ganglio centinela, que evita linfadenectomías extensas, minimiza los efectos secundarios y mejora la calidad de vida. Además, se han desarrollado alternativas a la cirugía tradicional, como destaca la Dra. Julia Giménez, del Instituto Valenciano de Oncología (IVO). Entre estas técnicas mínimamente invasivas se encuentran la radiofrecuencia, la crioablación y los ultrasonidos focalizados, que permiten destruir los tumores sin necesidad de operaciones mayores.
“Es fundamental que las mujeres realicen revisiones ginecológicas anuales, lo que nos permite detectar el cáncer en fases iniciales y ofrecer tratamientos más efectivos”
El proyecto Gemelas Digitales, liderado por Miguel Quintela del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), es un ejemplo del compromiso con la investigación. Este innovador proyecto busca crear modelos virtuales personalizados de pacientes, permitiendo tratamientos más precisos. Aunque ya han participado 110 mujeres con cáncer avanzado, el proyecto mantiene abierta la inscripción para seguir avanzando en el desarrollo de terapias personalizadas.
Por otro lado, los avances en inmunoterapia están transformando el tratamiento oncológico. Un estudio reciente del Centro Médico de la Universidad de Rochester ha demostrado que esta terapia ha aumentado la supervivencia de pacientes con linfoma de Hodgkin avanzado hasta un 92%. Estos hallazgos podrían marcar un punto de inflexión en la aplicación de nuevos tratamientos para otros tipos de cáncer, como el de mama.
El impacto humano, el acompañamiento emocional y la prevención
Superar el cáncer de mama implica más que el éxito clínico. La recuperación emocional y profesional de las pacientes es un desafío adicional. “Después del tratamiento, las mujeres necesitan entre dos y tres años para volver a tener una vida parecida a la que tenían antes”, afirma una superviviente. Además, el impacto laboral es significativo: el 70% de las pacientes ven frenada su carrera profesional debido a la enfermedad. La coordinadora del Grupo Español de Oncología Radioterápica (Georm), la Dra. Arancha Eraso, subraya la importancia del bienestar integral de las pacientes. “El avance en tecnología debe complementarse con empatía y apoyo emocional, para mejorar la calidad de vida durante y después del tratamiento”, recalca.
“El avance en tecnología debe complementarse con empatía y apoyo emocional, para mejorar la calidad de vida durante y después del tratamiento”
La prevención es otro de los ejes fundamentales en la lucha contra el cáncer de mama. La Dra. Ana Delgado, de HM Hospitales, advierte que uno de cada tres casos de cáncer podría evitarse con hábitos saludables y la eliminación de factores de riesgo como el tabaco y el alcohol. Sin embargo, las previsiones para 2040 son alarmantes: dos de cada tres europeos podrían padecer cáncer, por lo que la prevención sigue siendo un pilar esencial.
El Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) también ha hecho un llamado a la participación activa en los programas de cribado. Para fomentar la detección precoz, han distribuido en hospitales y centros de salud infografías educativas que enseñan a reconocer los síntomas del cáncer de mama. “Queremos concienciar a la población de que detectar la enfermedad a tiempo puede salvar vidas”, destaca Daniel Torres, Secretario de Acción Social del SAE.
