Redacción
La electroporación irreversible (IRE) está emergiendo como una solución revolucionaria para pacientes con tumores considerados inoperables, según un reciente artículo publicado en la revista Radiología por la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram). Este innovador tratamiento utiliza pulsos eléctricos de alto voltaje y se aplica con éxito en tumores de páncreas, hígado, riñón y próstata. Lo que distingue a la IRE de otras técnicas es su capacidad para destruir las células malignas sin dañar tejidos circundantes esenciales como vasos sanguíneos, vías urinarias o conductos biliares.
El Dr. Rodrigo Alonso-González, radiólogo intervencionista y autor principal del artículo, subraya la importancia de esta técnica como una alternativa para pacientes con opciones terapéuticas limitadas. “La IRE no solo permite tratar tumores en localizaciones complicadas, sino que en ciertos casos puede reducir su tamaño para que sean operables, logrando mejores resultados quirúrgicos”, explica el especialista.
El procedimiento es mínimamente invasivo y permite a los pacientes regresar a casa en un plazo de 24 a 48 horas
La técnica consiste en la inserción precisa de agujas-electrodo alrededor del tumor, utilizando guías de imagen como ecografía y TAC. A través de estas agujas se aplican pulsos eléctricos que crean poros en las membranas de las células tumorales, provocando su destrucción. Según el Dr. Alonso-González, las agujas utilizadas son similares a las empleadas para extracciones de sangre, lo que hace que el procedimiento sea mínimamente invasivo y permita a los pacientes regresar a casa en un plazo de 24 a 48 horas.
Además de su capacidad para tratar tumores en áreas de difícil acceso, la IRE tiene el potencial de activar el sistema inmune del paciente. Tras la destrucción de las células malignas, estas liberan moléculas que estimulan una respuesta inmunológica. Esto podría ayudar a combatir metástasis a distancia mediante un fenómeno conocido como efecto abscopal. Esta característica ha captado el interés de la comunidad científica, especialmente en combinación con inmunoterapias avanzadas.
“Estamos viviendo una auténtica revolución terapéutica”, afirma el Dr. Alonso-González. “Los primeros estudios muestran resultados prometedores al combinar la IRE con tratamientos que potencian el sistema inmune. Esto abre nuevas oportunidades para mejorar la supervivencia de los pacientes”, incide el especialista.
La IRE cuenta con el potencial de activar el sistema inmune del paciente
Además, este procedimiento también destaca por su menor impacto en la calidad de vida de los pacientes. Pues, a diferencia de la cirugía tradicional, este procedimiento no deja cicatrices visibles y requiere un tiempo de recuperación significativamente menor. Sin embargo, el éxito de la técnica depende en gran medida de la experiencia del radiólogo intervencionista, quien debe colocar las agujas con precisión milimétrica alrededor del tumor.
Con avances tecnológicos como el uso de sistemas robóticos y dispositivos de aguja única, se espera que la IRE se consolide como una herramienta esencial en el arsenal terapéutico contra el cáncer. Esta técnica no solo ofrece una nueva esperanza a pacientes con tumores inoperables, sino que también redefine las posibilidades del tratamiento oncológico en el futuro cercano.