Gema Maldonado Cantero
La falta de especialistas en medicina de familia y comunitaria para cubrir las plazas y la demanda asistencial en España, especialmente en zonas rurales y otras áreas de difícil cobertura, es un problema bien conocido en todas las comunidades autónomas. Por eso reclamaron al Ministerio de Sanidad soluciones en el Consejo Interterritorial monográfico sobre atención primaria el pasado mes de febrero.
Entre esas soluciones, pidieron que el Ministerio revisara y flexibilizara los criterios por los que se guía para acreditar nuevas unidades docentes de medicina de familia, de forma que pudieran ofertar un mayor número de plazas. Incluso, la Comunidad de Madrid encabezó una propuesta de ampliación extraordinaria de 1.000 plazas formativas de esta especialidad para cubrir las necesidades.
Mónica García: “Los que nos piden 1.000 plazas más de atención primera, luego nos piden que acreditemos solo 25”
Diez meses después, la ministra de Sanidad ha asegurado en sede parlamentaria que, pese a que esos criterios para acreditar unidades docentes y nuevas plazas se han modificado, las comunidades autónomas solamente han ampliado su oferta MIR de medicina de familia y comunitaria en 25 plazas.
“Hemos flexibilizado los criterios para acreditar más plazas y nos hemos encontrado que, para el año que viene, solo tenemos 25 plazas nuevas. Los que nos piden 1.000 plazas más de atención primera, luego nos piden que acreditemos solo 25″, afirmó durante su comparecencia, en la tarde del miércoles, ante la Comisión de Sanidad de Congreso de los Diputados.
“Lo digo para que estos discursos grandilocuentes de la cantidad de profesionales que necesitamos sean realistas con la realidad de las comunidades autónomas”. Esa realidad, añadió, “es que la flexibilización de la acreditación no ha dado lugar más que ha 25 nuevas plazas para 2025”.
Mónica García: “Nos encontramos con cifras que van desde 89,3 plazas de medicina de familia por 100.000 habitantes en Extremadura, la que más plazas acreditadas tiene, a 3,48 plazas en Madrid, la que menos tiene”
Son las comunidades autónomas las que solicitan la acreditación de unidades docentes y de plazas de formación sanitaria especializada y es el Ministerio de Sanidad el que, siguiendo una serie de criterios establecidos, autoriza o acredita que esas plazas se pueden poner a disposición en la oferta MIR en el caso de los médicos. Después, vuelve a las comunidades autónomas la tarea de ofertarlas o no, y de financiarlas, es decir, de pagar los salarios de los MIR que las ocupen.
La ministra de Sanidad aprovechó para apuntar que “hay grandes diferencias” entre las plazas que acreditan unas comunidades y otras. La ratio por comunidades se mide por número de plazas acreditadas por cada 100.000 habitantes. “Nos encontramos con cifras que van desde 9,3 plazas por 100.000 habitantes en Extremadura, la [comunidad] que más plazas acreditadas tiene, a 3,48 plazas en Madrid, la que menos tiene”. “Si las [comunidades] que tienen menos [plazas] se pusieran a la altura de la media ya podríamos tener el número de plazas que supuestamente se nos exige a través de las comunidades”, afirmó.
Fuga de profesionales
Mónica García defendió que desde 2018, el aumento de plazas de formación sanitaria especializada ha crecido un 40%. En el caso de las plazas de medicina de familia el aumento es del 38%, alcanza el 103% en enfermería y un 57% en psicología. A esto se suma el aumento de plazas del grado de medicina en un 12%.
“Hay comunidades con un 80% de los profesionales que nos ha costado 12 años formar a los que no se les da un contrato de más de seis meses”
“Tenemos 1870 nuevos especialistas desde 2018, un 31% más de lo que terminaron su residencia ese año. En 2024 terminaron medicina de familia 1.236 residentes, un 56% más de los que terminaron en 2018. Este crecimiento ha permitido que estemos un poquito mejor de lo que auguraba el Informe de necesidades y oferta de médicos especialistas hasta 2035“, afirmó.
Los incrementos de plazas de medicina y de formación sanitaria especializada se verán reflejados en nuevos especialistas en unos años, pero Mónica García hizo hincapié en la marcha de los que ya están formados. “No nos engañemos, tenemos fugas”, que achaca a las condiciones laborales que las comunidades autónomas ofrecen a los sanitarios. “Hay comunidades con un 80% de los profesionales que nos ha costado 12 años formar a los que no se les da un contrato de más de seis meses”, aseguró.
“No hay ningún profesional que saque la nota máxima de la EBAU, que estudie una carrera tan exigente como medicina y que luego haga una residencia tan exigente como es la formación especializada al que luego puedas maltratar y dar condiciones laborales precarias”, añadió.