Redacción
Un estudio internacional publicado en Nature Human Behaviour ha arrojado luz sobre la confianza pública en los científicos en 68 países, incluido España. Con una muestra de 71.922 personas, el trabajo ofrece el mayor conjunto de datos sobre este tema desde la pandemia de Covid-19. Los resultados sitúan a España en el séptimo puesto global, destacando un alto nivel de confianza en los científicos y un amplio apoyo a su participación en la sociedad y en la formulación de políticas.
El estudio, liderado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt) en su contribución española, revela que el 52% de los encuestados a nivel mundial considera que los científicos deberían involucrarse en la toma de decisiones políticas, aunque esta cifra varía entre países. No obstante, según recoge Science Medias Centre, según Ana Muñoz van den Eynde, científica titular del Ciemat, «ese porcentaje refleja que la cuestión, en abstracto, resulta fácil de asumir, pero también que casi la mitad de los encuestados no está plenamente de acuerdo o tiene dudas».
El 52% de los encuestados considera que los científicos deberían involucrarse en la toma de decisiones políticas
Muñoz subraya un matiz fundamental que, a su juicio, ha sido pasado por alto en la comunicación oficial del estudio. «El artículo trata sobre la confianza en los científicos, no en la ciencia. Por tanto, la nota de prensa no tiene un enfoque correcto, ya que insisten en hablar de confianza en la ciencia, que no se mide en el cuestionario utilizado», señala. Esta distinción, según la experta, es esencial, ya que la actitud de la población hacia la ciencia puede variar según su orientación: epistémica (como fuente de conocimiento), praxeológica (orientada a soluciones) o instrumental (asociada a beneficios económicos).
La percepción negativa hacia la ciencia instrumental, vinculada a intereses de élites o corporaciones, es una preocupación recurrente. En este sentido, Muñoz cita el Eurobarómetro 516 de 2021, que muestra que más del 75% de los españoles considera que la ciencia y la tecnología, aunque podrían contribuir a causas como la mejora medioambiental o la lucha contra el cambio climático, terminan beneficiando principalmente a las empresas.
En 2021, el 75% de los españoles consideraba que la ciencia y la tecnología beneficiaban principalmente a las empresas
Además, Fabien Medvecky, subdirector de Investigación en la Universidad Nacional de Australia, destaca que el estudio refuta algunas narrativas comunes sobre la desconfianza hacia la ciencia, recoge SMC. «Por ejemplo, la religiosidad, a menudo vista como opuesta a la ciencia, se correlaciona positivamente con la confianza en ella a nivel global», señala. No obstante, apunta que la alfabetización científica, contrariamente a lo esperado, tiene un impacto mínimo en dicha confianza.
Medvecky también resalta el amplio apoyo global hacia una mayor comunicación científica, con un abrumador 83% de los encuestados considerando que los científicos deben divulgar mejor su trabajo al público general.
El papel de los científicos en la sociedad
Uno de los hallazgos más significativos es el respaldo mayoritario a la idea de que los científicos contribuyan al debate público y a la formulación de políticas. Sin embargo, Ana Muñoz enfatiza que este apoyo generalizado coexiste con una creciente desconfianza hacia la conexión entre ciencia y política, un terreno en el que los populismos han ganado terreno. «Aunque el artículo afirma que su trabajo refuta la narrativa de una crisis de confianza en la ciencia, no estoy de acuerdo. No miden la confianza en la ciencia, y al agregar datos desconocemos la prevalencia de actitudes negativas», puntualiza.
Así, el estudio aporta una visión global alentadora sobre la confianza en los científicos, pero plantea interrogantes sobre la percepción matizada de la ciencia y su papel en una sociedad cada vez más polarizada.