Redacción
“Nuestra vida se mantiene en un frágil balance, donde un mínimo error en la replicación del ADN puede desencadenar patologías o incluso la formación de tumores”. Es una de las reflexiones que ha dejado el Dr. Carlos López-Otín, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular, escritor y divulgador y referente internacional en el estudio del envejecimiento, el cáncer y las enfermedades raras, durante la inauguración del ciclo de conferencias que ha puesto en marcha la Fundación Jiménez Díaz para celebrar su 90 aniversario.
Durante su intervención, el investigador ha presentado su última obra, La levedad de las libélulas, un libro que, en palabras de la escritora Irene Vallejo, “es tan científicamente sólido como imprescindiblemente humanista”. El experto ha centrado su intervención en una profunda reflexión sobre el verdadero significado de la salud, analizando cómo el ser humano enfrenta los retos biológicos desde una perspectiva tanto científica como humanística.
Así, ha explicado que su libro defiende una concepción de la salud más allá de la simple ausencia de enfermedad, entendiéndola como un equilibrio dinámico y armónico, y en el que participan elementos como el espacio, el tiempo, la regulación, la nutrición, el ejercicio, el sueño, la toxicidad, el estrés y la adaptación psicosocial.
El 90 Aniversario de la Fundación Jiménez Díaz ha sido el escenario escogido para la presentación del libro ‘La levedad de las libélulas’, del Dr. Carlos López-Otín
Concretamente, la obra propone una perspectiva integradora en la que el bienestar físico y mental dependen de una delicada estabilidad, tanto social como molecular, en un entorno regido por la incertidumbre, el caos y la imperfección. El reconocido divulgador también ha enfatizado el vínculo profundo entre la ciencia, el arte y la literatura, considerándolos esenciales para una percepción más completa de la existencia y la salud. “Somos el resultado de un prodigio molecular constante y nuestra vida interior refleja un realismo mágico”, ha indicado, aludiendo a la riqueza y la complejidad inherentes al ser humano.
Autor de más de 400 publicaciones en revistas de alto impacto y miembro de diversas academias internacionales, sus investigaciones han permitido identificar nuevos genes y dianas terapéuticas, además de descifrar claves del envejecimiento y la longevidad. El científico y humanista es también miembro de diversas academias científicas, presidente del Consejo Científico de la Fundación Lilly y vocal de su Patronato, y ha recibido múltiples premios nacionales e internacionales por su labor investigadora y divulgativa.
Aurora Herráiz, directora de Responsabilidad Social Corporativa del hospital, ha dado la bienvenida a los asistentes, resaltando el compromiso de la Fundación Jiménez Díaz con la divulgación científica y con una medicina más humana y accesible. “Es un honor celebrar los 90 años del Instituto de Investigaciones Clínicas y Médicas y los 70 de la Clínica de la Concepción, cuya unificación formó el actual Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, con el Dr. López-Otín, un referente en la ciencia y el humanismo, cuya trayectoria y compromiso con el conocimiento han dejado una huella profunda en la Medicina y la sociedad”, señaló.