Luis de Haro. Director general de iSanidad
En pleno periodo de elección de plazas aparece, de nuevo, el problema del abandono de plazas MIR, un fenómeno tan creciente como preocupante. El abandono de plazas MIR afecta a muchas especialidades, pero en particular a medicina de familia. Los motivos son realmente diversos, desde la desilusión con la especialidad hasta las dificultades para combinar la residencia con la vida personal. También la mala relación con jefes de servicio o compañeros o la falta de motivación está detrás de muchos abandonos.
El abandono de plazas MIR afecta a muchas especialidades, pero en particular a medicina de familia
El sistema de elección de plazas es el que es, y las plazas disponibles no se pueden adecuar a los gustos de los electores. Medicina de Familia es la especialidad con más plazas, pero de las últimas en ser elegida. Habitualmente las últimas plazas son para electores que no tienen otra opción, y se quedan con lo que hay porque no queda nada más. En términos absolutos, medicina de familia es la especialidad con mayor número de abandonos (más de 500 en 2023), aunque su porcentaje es bajo por el gran número de plazas. medicina del trabajo tiene un abandono del 11,08%; cirugía cardiovascular un 10,43%; medicina preventiva un 8,95%; medicina nuclear un 7,10%; anatomía patológica un 6,81%. Es decir, hay muchas especialidades a las que prestar atención.
Lo que está claro es que cada abandono significa un hueco libre que no se puede “volver a rellenar”. Quizá haya que establecer sanciones por abandono, ofrecer formación y apoyo a los residentes, pero desde luego hay promover la comunicación y el diálogo entre los diferentes actores implicados. Es obligatorio saber el número de abandonos hay, pero por encima de todo hay que saber los motivos.
El abandono de plazas es un grave coste para el sistema sanitario. No se completan los planes de formación, los servicios quedan cojos y genera desilusión alrededor. Incluso los que continúan con la residencia pueden encontrarse con un aumento de la carga de trabajo y una mayor presión. Todo afecta a la formación, al bienestar, a la motivación…
Lo que está claro es que cada abandono de plazas MIR significa huecos libres que no se pueden “volver a rellenar”
No solo se trata de aumentar la oferta de plazas MIR en áreas con mayor demanda como querrían los nuevos residentes. Lo principal es adaptar la distribución de plazas a las necesidades del sistema y mejorar el seguimiento de los residentes. El incremento del 25,4% en las plazas entre 2020 y 2024 no ha sido equilibrado. Sin una planificación adecuada se podría volver a la situación de los años ochenta y noventa, con un gran número de médicos especialistas desempleados o con contratos muy cortos. Pero claro, eso implica una negociación entre Ministerio y Comunidades Autónomas, y ahora no estamos para esto.
