Redacción
El Sindicato de Médicos y Facultativos de Madrid (SIME) ha presentado alegaciones al Anteproyecto de Ley de los Medicamentos y Productos Sanitarios, cuyo plazo de audiencia pública finalizaba este jueves. La organización solicita mayor concreción normativa en lo relativo a la facultad de prescripción atribuida a profesionales no médicos, como enfermeros y fisioterapeutas.
SIME señala que el texto propuesto por el Ministerio de Sanidad no define con precisión los límites competenciales de estos grupos profesionales, lo que podría dar lugar a interpretaciones amplias e imprecisas sobre su capacidad de prescribir medicamentos sujetos a prescripción médica. El sindicato insiste en que la prescripción debe estar precedida de un diagnóstico, competencia que corresponde exclusivamente al personal médico, tal y como establece la Ley 44/2003 de ordenación de las profesiones sanitarias.
SIME advierte que la prescripción debe ir siempre ligada a un diagnóstico médico y reclama una regulación más precisa para evitar solapamientos competenciales
En concreto, el artículo 86 del anteproyecto contempla que enfermeros y fisioterapeutas puedan instaurar o continuar tratamientos mediante receta, algo que, según SIME, requiere de una regulación más detallada y rigurosa, basada en protocolos clínicos específicos y formación acreditada. La preocupación del sindicato se acentúa en el caso de los fisioterapeutas, dado que hasta ahora no contaban con capacidad de prescripción y el texto legal introduce esta posibilidad sin una base normativa desarrollada.
Además, SIME recuerda que los Reales Decretos 954/2015 y 1302/2018 ya establecen condiciones muy concretas para que el personal de enfermería pueda ejercer funciones relacionadas con la indicación y dispensación de medicamentos, siempre dentro de guías y protocolos validados oficialmente. El anteproyecto actual, según advierte el sindicato, diluye esas exigencias.
Para SIME, la seguridad del paciente y la calidad asistencial dependen de una distribución clara y respetuosa de las competencias entre los distintos profesionales sanitarios. Por ello, piden que el texto definitivo del anteproyecto garantice estos principios mediante una redacción más precisa, que evite posibles conflictos y asegure el correcto ejercicio de cada profesión.
