Redacción
Un grupo de trabajadores del Servicio Extremeño de Salud (SES), tanto personal sanitario como no sanitario, se concentró el pasado viernes para protestar por las agresiones sufridas por dos profesionales en el Punto de Atención Continuada (PAC) del Centro de Salud Urbano II de Mérida.
Los hechos ocurrieron el pasado miércoles por la tarde, cuando la acompañante de una menor no usuaria del centro exigió que le atendieran en ese PAC, a pesar de no corresponderle el servicio. Según informó el sindicato CSIF, la enfermera explicó que la paciente debía ser atendida en su centro asignado, pero la acompañante se negó a aceptar la indicación y terminó propinándole una bofetada a la enfermera y profiriendo insultos contra ambas profesionales.
Los profesionales consideran las herramientas implantadas por la administración como «insuficientes»
El delegado de CSIF en Mérida, Alejandro Mirón, denunció la ausencia de vigilancia en horario vespertino, ya que el vigilante de seguridad solo está presente en horario de mañana. En el momento de la agresión únicamente estaban la médica, la enfermera y un celador, lo que incrementa la vulnerabilidad del personal sanitario. Añadió que las herramientas implantadas por la administración, como el botón del pánico, son «insuficientes» y pidió que se tomen «cartas en el asunto», sugiriendo la contratación de guardias de seguridad.
Por su parte, la secretaria autonómica del sindicato Satse, Elena Martín, subrayó el impacto emocional que estas agresiones tienen en el personal sanitario: «Es muy traumático porque quienes lo sufren están dando un servicio público que parece no reconocerse.» No obstante, valoró positivamente que se denuncien cada vez más incidentes, ya que no solo hay agresiones físicas sino que «todos los días hay agresiones verbales».
Elena Martín (Satse): «Todos los días hay agresiones verbales»
La concentración contó también con la presencia del gerente del Área de Salud de Mérida, Jesús Gallo, quien reiteró la condena institucional ante estas agresiones y se remitió a las declaraciones de la consejera de Salud, Sara García Espada: «La agresión a profesionales sanitarios es intolerable y desde la Consejería estamos comprometidos a garantizar su seguridad y bienestar.»
Este nuevo incidente vuelve a poner de manifiesto la necesidad de reforzar la seguridad en los PAC, especialmente en horarios en los que no hay vigilancia, para proteger a los profesionales que desempeñan una labor fundamental en la atención sanitaria pública.