Redacción
Investigadores de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos) han logrado mejorar la respuesta de las células T a través de la modificación de las vacunas de ARNm para la inclusión de la citocina IL-12. Con ello, se busca aumentar la capacidad del cuerpo para combatir infecciones.
Las potentes respuestas de anticuerpos generadas por las vacunas constituyen una importante primera ronda de defensa, pero «siempre conviene tener un plan B«, apunta Emily A. Aunins, estudiante de doctorado en Estudios de Posgrado Biomédicos, considerando que los virus mutan para evadir las respuestas de anticuerpos que se propagan en una población.
Han logrado mejorar las respuestas de las células T a través de la modificación de las vacunas de ARNm para la inclusión de la citocina IL-12
La diferencia respecto a las células T es que varían más entre personas y aún pueden responder a la reinfección y a virus mutados. Una vía de acceso para mejorar la respuesta de dichas células y lograr beneficio más duradero son los adyuvantes.
Así, en este nuevo estudio, publicado Science Immunology, los investigadores de la Facultad de Medicina Veterinaria, la Facultad de Medicina Perelman y el Hospital Infantil de Filadelfia analizaron los efectos de añadir interleucina-12 (IL-12) a vacunas en ratones.
Esta citocina la produce de manera natural el cuerpo humano por diversas células inmunitarias. En el estudio, ha sido utilizado como adyuvante de vacunas para promover la inmunidad contra infecciones parasitarias, virales y bacterianas.
Mejora la respuesta de los linfocitos T CD8+ contra el SARS-CoV-2 y la gripe, y la protección contra el melanoma y la infección por listeria
De esta forma, descubrieron que esto mejoraba la respuesta de los linfocitos T CD8+ (glóbulos blancos que contribuyen a la respuesta inmunitaria del organismo destruyendo las células dañinas) contra el SARS-CoV-2 y la gripe, y que mejoraba la protección contra el melanoma y la infección por listeria.
“Diseñar vacunas que induzcan respuestas fuertes de linfocitos T CD8+ ha sido históricamente un desafío. Pero las vacunas de ARNm cambiaron las reglas del juego”, aporta el profesor de veterinaria de Penn, Christopher A. Hunter, autor principal del artículo.
Además, las personas capaces de generar una respuesta más fuerte de linfocitos T con las vacunas contra el Covid basadas en ARNm tienen menos probabilidades de contraer infecciones posvacunación o de tener que ingresar en el hospital si las contraen, como reflejan los datos de los últimos cuatro años.
«Cualquier medida que permita reducir la frecuencia de las inyecciones y los efectos adversos relacionados con la dosis es positiva»
Un aspecto práctico de una vacuna ARNm de IL-12 «es poder reducir la frecuencia y la cantidad de la vacuna. Cualquier medida que permita reducir la frecuencia de las inyecciones y los efectos adversos relacionados con la dosis es positiva, lo que nos permite considerarla una estrategia«, asegura Anthony T. Phan, investigador asociado del laboratorio de Hunter y coautor principal junto con Aunins.
Añade, también, que los hallazgos del equipo sobre la biología de las citocinas podrían fundamentar la terapia contra tumores, así como las vacunas dirigidas que protegen el intestino o los pulmones. Por último, señalan que el ARNm de citocinas es claramente un enfoque prometedor e inteligente para mejorar la estimulación inmunitaria contra el cáncer y las lesiones precancerosas.
