Fátima del Reino Iniesta
«El catálogo de la Sociedad Española de Radiología Médica es la norma básica de la radiología. Es nuestra Constitución”, ha afirmado el Dr. José Carmelo Albillo, presidente de la Seram durante la presentación de la actualización del Catálogo de Procedimientos Radiológicos, una herramienta fundamental que llevaba desde 2016 sin renovarse. Más que una simple tabla de datos, el catálogo permite organizar, comparar y planificar toda la actividad radiológica en España, desde los tiempos de ocupación de sala hasta el número de técnicos necesarios para un centro. Su utilidad ha sido reconocida tanto por el Ministerio de Sanidad como por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, que lo ha incluido en su servidor de referencias terminológicas.
Incluye 830 códigos estructurados que permiten planificar tiempos, recursos y costes en servicios de radiología
Un esfuerzo de años para una herramienta universal
«Esto no es una labor de semanas, ni de meses, si no de mucho tiempo”, ha explicado el Dr. Carmelo Albillos, quien además a elogiado el trabajo de coordinación liderado por el Dr. Luis Concepción, responsable de asuntos profesionales de la Seram. «Actualizar algo es complicado, intentar dar cabida a todos los nuevos procedimientos, usar la opinión de todas las partes de la sociedad, es un hecho complejo, pero finalmente tenemos aquí la actualización”, ha destacado el presidente de la sociedad.
«El catálogo es una clasificación estructurada de pruebas y procedimientos de las cosas que hacemos y de las cosas que nos piden hacer»
El nuevo catálogo cuenta con 830 códigos, de los cuales el 34% son nuevos o han sido modificados significativamente. Incluye también tiempos médicos, tiempos de sala, personal requerido, y documentación específica. También se han añadido los códigos no interpretativos, que permiten registrar tareas como reconstrucciones volumétricas, representaciones tridimensionales, interconsultas o actuaciones sin generación directa de informes. Está mapeado para permitir una transición sencilla desde versiones anteriores y facilitar su adopción por todas las comunidades autónomas.
La estructura del catálogo está pensada para ser navegable y comprensible. Cada entrada se acompaña de información explicativa y se clasifica según modalidad (radiografía, TAC, resonancia, etc.) y área anatómica. Asimismo, la trazabilidad histórica permite identificar qué pruebas se han modificado, eliminado o incorporado con transparencia.
Más allá de su aplicación clínica directa, el catálogo tiene una enorme proyección en la planificación sanitaria y la investigación. «Desde que ocurrió la digitalización en 2005 aproximadamente, se llevan acumulando millones de estudios radiológicos”, ha recordado el Dr. Concepción. Estructurar esta información adecuadamente es vital para el uso secundario de los datos: desde la evaluación de resultados en salud hasta el desarrollo de inteligencia artificial.
«Desde nuestra página enseñaremos a los pacientes qué es lo que se les va a hacer, cuánto tiempo debería durar y si hay alguna preparación específica»
Por ello, el nuevo catálogo incorpora la codificación internacional Snomed-CT, lo que facilita su interoperabilidad con otros países del Espacio Europeo de Datos Sanitarios. El Ministerio de Sanidad ya ha reconocido formalmente la integración del catálogo en su servidor de referencias terminológicas, abriendo así la puerta a su adopción nacional e internacional.
Hablar el mismo lenguaje, clave para la interoperabilidad
Uno de los grandes avances de esta nueva versión es su función como lenguaje común en toda la geografía sanitaria. «El catálogo de la Seram es el lenguaje común en el cual todos los servicios de radiología pueden entender que están haciendo las mismas cosas”, ha explicado el Dr. Concepción. Este entendimiento compartido permite que los centros puedan compararse, coordinarse y planificar sobre bases homogéneas. “Si tienen un lenguaje común se pueden comparar, pueden planificar de una forma equivalente”, ha añadido.
Actualmente, solo tres comunidades (Andalucía, Comunidad Valenciana y Murcia) disponían de catálogos propios adaptados de versiones anteriores. El nuevo catálogo permitirá a todas las comunidades reunificarse bajo un mismo sistema, compatible con sus programas informáticos y sistemas clínicos. Gracias al mapeo realizado, la integración de esta edición es sencilla, sin necesidad de modificaciones disruptivas. De esta manera, se fomenta una adopción homogénea, eficiente y rápida, facilitando la equidad en el acceso y la calidad del servicio radiológico.
Mejoras para profesionales, pacientes y sistemas de salud
Uno de los objetivos más innovadores es la creación de una plataforma digital para pacientes y profesionales. «Desde nuestra página enseñaremos a los pacientes qué es lo que se les va a hacer, cuánto tiempo debería durar y si hay alguna preparación específica”, ha explicado Concepción. Esta funcionalidad también ayudará a resolver dudas, estandarizar la información y empoderar al paciente en el proceso asistencial.
«Todo el mundo puede ir viendo de forma transparente cómo se han ido tomando las decisiones y cuáles han sido las decisiones finales»
En paralelo, los profesionales podrán consultar fácilmente cada código, buscar procedimientos por especialidad y utilizar filtros para planificación o análisis estadístico. La transparencia, navegabilidad y utilidad práctica han sido ejes fundamentales del rediseño.
La actualización incorpora un sistema de semáforo para la trazabilidad, donde el color rojo indica exclusión, el verde incorporación y el amarillo modificación. Así, los usuarios pueden seguir de forma transparente la evolución de cada prueba o código a lo largo del tiempo. “Todo el mundo puede ir viendo de forma transparente cómo se han ido tomando las decisiones”, ha asegurado el Dr. Concepción. Además, se han incluido disposiciones transitorias para reducir al mínimo las incongruencias o duplicidades al pasar de versiones antiguas a esta nueva edición.