Si los médicos supieran los “líos” económicos de los colegios de médicos se llevarían las manos a la cabeza y pondrían el “grito en el cielo”. Es cada vez más evidente que hay una fuerte corrupción tras los desvíos de partidas que deberían llegar a las corporaciones y llegan a cuentas particulares.
Es de sobra conocido que hay presidentes que cobran su salario por su función profesional, tienen su complemento por ser miembro de la corporación, y luego hay algunos que tienen otro complemento extra “muy fuerte” por ser asesor o consejero de una empresa que utiliza el colegio para sus relaciones comerciales.
El problema está en que los pagos de esas empresas deberían estar destinados a la corporación, pero la realidad es que acaban exclusivamente en los bolsillos de los presidentes. Incluso estos presidentes tienen mucho cuidado en ofrecer a “su empresa”, la empresa de la que cobran, la exclusividad de los servicios colegiales. Es decir, si AMA seguros, por ejemplo, tiene al presidente como consejero, el colegio del presidente solo recomienda lo seguros de AMA Seguros, algo que podría llamarse “exclusividad interesada”.
Incluso muchos de los compañeros de Junta Directiva de ese presidente no saben que cobra de la empresa con la que el colegio tiene “exclusividad”.
Sin embargo, la realidad de los colegios debería ser otra muy diferente, los colegios tienen unas funciones públicas muy claras, de la que se salen habitualmente. La primera función del colegio es asegurar al paciente que el médico que le atiende está capacitado para la patología que tiene. La segunda función es asegurar que tiene un comportamiento deontológico que el propio colegio ha marcado de acuerdo a las leyes establecidas.
Hay otras funciones que deberían formar parte del colegio, pero que no son obligatorias, del tipo comisión científica, defensor del médico… Es evidente que la función del colegio no es vender productos bancarios, viajes, seguros, coches o reformas en las consultas. Si se eliminara la posibilidad de que los colegios promocionaran estos servicios habría menos corrupción y los colegios funcionarían mejor.
La encuesta realizada por iSanidad. Lo mejor de la Sanidad confirma que un 83% de los médicos (participaron 8.662) no quieren que haya estos “conflictos de intereses”. Hay un enorme desafecto por el colegio porque los dirigentes siguen sin escuchar.
..Alfonso González