Eliminar desechos de proteínas que afectan a las neuronas de enfermos de Parkinson podría ser clave para curarlos

..Redacción.
Conseguir fármacos que ataquen el origen del Parkinson y no se limiten exclusivamente a aliviar sus síntomas es el objetivo final de la investigación que está llevando a cabo Pilar Rivero Ríos, doctoranda de la Universidad de Granada y, que realiza su tesis en el grupo de la doctora Sabine Hilfiker, en el Instituto López-Neyra del CSIC.

Como informa Canal UGR de la Universidad de Granada, los científicos han llegado a la conclusión de que nuevas aproximaciones que promuevan la eliminación de los agregados de proteínas  que los enfermos de Parkinson acumulan, se podría considerar una estrategia terapéutica prometedora para hacer frente a esta patología neurodegenerativa para la cual no hay cura.

Después del Alzheimer, el Parkinson en España es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente

Como indica la Sociedad Española de Neurología, es la segunda patología neurodegenerativa más frecuente después del Alzheimer, y también es, tras el Alzheimer, el segundo diagnóstico neurológico más común entre los mayores de 65 años -el 70% de las personas diagnosticadas de Parkinson en nuestro país tienen más de 65 años-. En nuestro país afecta a unas 120.000-150.000 personas.

Uno de sus rasgos característicos es la presencia de agregados de proteínas que en circunstancias normales deberían ser desechados, y que se acumulan hasta provocar la muerte de las neuronas. Al respecto, como explica la investigadora Pilar Rivero, “este hecho apunta a la existencia de alteraciones en los lisosomas, que podrían compararse con el ‘aparato digestivo’ de la célula”.

Los científicos analizan los mecanismos mediante los cuales LRRK2 -principal determinante genético del Parkinson- provoca dicha patología al afectar a los canales de calcio que se encuentran en el lisosoma, impidiendo así que este realice su función de eliminación de los desechos que finalmente provocan la muerte celular. Para el desarrollo de fármacos eficaces para tratarla, conocer los mecanismos responsables de la enfermedad es el primer paso.

Los tratamientos actuales frente al Parkinson se limitan a aliviar los síntomas, pero no atacan a la causa y por tanto no curan la enfermedad

Los tratamientos frente al Parkinson de los que disponemos en la actualidad presentan el problema de que se limitan a aliviar los síntomas, pero no atacan a la causa y por tanto no curan”, afirma Rivero, “de ahí la importancia de conocer cuáles son los procesos que están afectados en la célula, lo que permitirá desarrollar fármacos que corrijan esos procesos y realmente curen la enfermedad en lugar de simplemente atacar los síntomas. Por lo tanto, la investigación que llevamos a cabo en el laboratorio sería un primer paso para el desarrollo de fármacos frente al Parkinson”, añade.

En España, la prevalencia y la incidencia del Parkinson se ha incrementado considerablemente en las últimas décadas

Como informa la SEN, en España, la prevalencia y la incidencia del Parkinson se ha incrementado considerablemente en las últimas décadas. ¿El motivo? El aumento de la esperanza de vida, los avances diagnósticos y terapéuticos y a una mayor sensibilización sobre una enfermedad cada más conocida, frecuente, tratable, y que precisa de un diagnóstico precoz. Ante este panorama la SEN estima que el número de afectados se duplicará en 20 años y se triplicará en 2050 en España.

Uno de los rasgos característicos de la enfermedad de Parkinson es la acumulación en las neuronas de desechos celulares, los llamados cuerpos de Lewy

Uno de los rasgos característicos de la enfermedad de Parkinson es la acumulación en las neuronas de desechos celulares, los llamados cuerpos de Lewy. Pilar Rivero explica que “el desarrollo de fármacos que regulen la actividad de estos canales de calcio que se encuentran alterados en el Parkinson podría corregir el mal funcionamiento del lisosoma y combatir la patología”. En pocas palabras, las causas del Parkinson serían atacadas y no solo sus síntomas.

Sin embargo, la responsable de la investigación, Pilar Rivero, reconoce la complejidad del proceso de creación de nuevos fármacos, y es que los datos son concluyentes: “Solo un 1% de los fármacos de nueva creación superan los controles de eficacia, seguridad en laboratorio y los ensayos clínicos. Puede pasar una década desde el desarrollo del fármaco hasta que está disponible para las personas que lo necesitan”.

La investigación de Pilar Rivero se enmarca en una tesis doctoral del Programa de Doctorado de Bioquímica y Biología Molecular de la Escuela Internacional de Posgrado de la Universidad de Granada y ha sido publicada por la revista Messenger de Los Ángeles.

Artículos relacionados

 

Opinión

Multimedia

Economía

Accede a iSanidad

Síguenos en