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Las Unidades de Insuficiencia Cardiaca, en muchos estudios internacionales han demostrado que mejoran tanto la calidad como la cantidad de vida en los pacientes que ingresan en el hospital por enfermedades cardiacas importantes. La función principal de estas unidades es evitar una recaída que suponga un reingreso.
El Hospital Ruber Juan Bravo ha incorporado un programa de fortalecimiento cardiaco precisamente para evitar esas recaídas y, por ende, tener que volver a hospitalizar al paciente.
Como recoge un comunicado del grupo Quirónsalud, en palabras del Dr. Gonzalo Pizarro, Jefe de Servicio de Cardiología del citado hospital, “nosotros hemos querido ir un paso más allá implantando una filosofía aún más positiva”, y es que “no sólo pretendemos estabilizar el corazón tras un episodio cardiaco”, “queremos que se produzca una mejora real”, añade, “que el corazón de nuestros pacientes se fortalezca, que recupere su fuerza”.
El programa de fortalecimiento cardiaco, pionero en España, se sustenta en tres pilares para conseguir esos objetivos
Para conseguir esos objetivos, el programa de fortalecimiento cardiaco consta de tres pilares:
- Hábitos de vida saludable: ejercicio, dieta, abandono del hábito tabáquico, control de la tensión arterial, el colesterol, el azúcar, grasas…
- Control de la medicación y de la adherencia: titulación de la dosis de medicamentos hasta el beneficio de la máxima dosis tolerada.
- Dispositivos cardiacos: siempre en función de la situación de cada paciente, se podrán usar dispositivos como desfibriladores, marcapasos, cirugía by-pass, cirugía de válvulas…
El protocolo desde que el paciente, una vez que ha tenido un evento cardiaco ingresa en el hospital, y antes de que se considere que está en condiciones de recibir el alta, se procede a la valoración por parte de la profesional de enfermería, Ainara Arreza que, en un plazo de 15 días tras el alta, volverá a citar al paciente.
En el programa de fortalecimiento cardiaco, “la labor de la enfermera es fundamental”
Como destaca la Dra. Mª Luisa Martín, en el programa de fortalecimiento cardiaco, “la labor de la enfermera es fundamental”, y es que “lleva a cabo una parte indispensable del programa como es la educación cardiaca, formando a los pacientes para que puedan detectar síntomas de alarma, sigan hábitos de vida saludable y aprendan a controlar adecuadamente su medicación”. “El objetivo es mejorar, fortalecer y para ello es fundamental la implicación del propio paciente”, destaca la doctora.
Una vez que pasa un mes desde el alta hospitalaria, se procede a citar al paciente en la consulta de la especialista en cardiología quien, en función del estado de cada paciente determinará un programa individual que puede llegar incluso a implantar un dispositivo cardiaco como marcapasos resincronizador o desfibrilador, o una cirugía con circulación extracorpórea.
Una vez que se consigue el fortalecimiento cardiaco, los pacientes pueden abandonarlo
La Dra. Martín explica que “como todos los programas, el nuestro cuenta con criterios de inclusión y exclusión”, eso signigica “que una vez conseguido el fortalecimiento cardiaco, los pacientes pueden abandonarlo”; es más, “de los 30 pacientes incluidos en el programa hasta la fecha ya contamos con varios que han sido dados de alta gracias a que mejoraron significativamente”, concluye.