..Cristina Cebrián.
“Seamos claros: las pseudociencias matan”. Así da comienzo la contundente carta que ha recibido la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, por parte de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP). Se trata de un documento firmado por casi 400 médicos y científicos que piden a la titular de Sanidad que actúe en contra de las pseudociencias y que no se apoye solo en lo que establezca la Unión Europea.
“Esto también se soluciona en España, haciendo cumplir la ley, creando nuevas leyes y protegiendo los derechos del enfermo y sus familias”
“Ministra, este problema no solo se soluciona en Europa, como usted ha sugerido recientemente, porque va más allá de la homeopatía. Esto también se soluciona en España, haciendo cumplir la ley, creando nuevas leyes y protegiendo los derechos del enfermo y sus familias. Se soluciona luchando contra lo que se está convirtiendo en una plaga que afecta a las mismas raíces del sistema de salud de nuestro país”, señalan en la carta.
Entre la comunidad médica y científica preocupa la proliferación de las llamadas ‘terapias alternativas’ que no tienen ninguna base ni evidencia científica sobre su eficacia. Casos como la muerte de Mario Rodríguez, paciente de 21 años con leucemia que abandonó el tratamiento, hacen saltar las alarmas también con respecto a las prácticas realizadas “por médicos colegiados y con el respaldo de los colegios de médicos”, según explican en la carta. Por eso, advierten de que “el conocimiento de los colegios de médicos, les permiten seguir engañando a enfermos graves y llevarlos, en el mejor de los casos, a caer en un engaño, o en el peor, a la muerte”.
Otro de los problemas que señala la APETP es la existencia en nuestro país de miles de centros que ofertan sin ningún control estas pseudoterapias
Más control y medidas claras
Otro de los problemas que señala la APETP es la existencia en nuestro país de miles de centros que ofertan sin ningún control estas pseudoterapias, infringiendo por ello el artículo 3.3 del Real Decreto 1277/2003, que indica en su punto segundo que “solo los centros, servicios y establecimientos sanitarios autorizados podrán utilizar en su publicidad, sin que induzca a error, términos que sugieran la realización de cualquier tipo de actividad sanitaria, limitándose aquella a los servicios y actividades para los que cuenten con autorización, debiendo consignar en dicha publicidad el número de registro otorgado por la autoridad sanitaria de la correspondiente comunidad autónoma al concederle la autorización sanitaria de funcionamiento o la autorización específica de publicidad sanitaria”.
La comunidad científico-médica señala que este artículo del RD “no solo no se cumple, sino que las personas que lo infringen llegan, en algunos casos, a montar asociaciones públicas y registradas para promover sus servicios, como es el caso de la Asociación Española de Profesionales y Autónomos de las Terapias Naturales”. Ante este panorama, preguntan a la ministra Carcedo “¿cuántos muertos más tienen que salir en los periódicos para que el gobierno actúe de forma contundente y clara?”.
“¿Cuántos muertos más tienen que salir en los periódicos para que el gobierno actúe de forma contundente y clara?”
Por último, tanto la APETP como el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC), la ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, el Círculo Escéptico y la Red de Prevención Sectaria y del Abuso de Debilidad y FarmaCiencia, le piden a la ministra de Sanidad que proponga medidas claras para acabar con “tres problemas que son la causa de estas muertes, engaños y perjuicios a la salud y la economía de los enfermos”:
1- La presencia de médicos colegiados que infringen el código deontológico médico, con el beneplácito de sus respectivos colegios de médicos, quienes les permiten ofrecer pseudoterapias, llegando, en algunos casos, a tener comisiones propias dentro del colegio y destinadas a fomentar estos incumplimientos del código.
2- La presencia de personas no profesionales que, de forma pública, evidente y notoria, infringen la legislación de centros sanitarios para, además, ofrecer servicios y productos que van contra de los derechos de los enfermos.
3- La necesidad de leyes o controles que eviten que algunos productos pseudocientíficos, como es el caso de la homeopatía, estén vendiéndose de forma libre en las farmacias españolas, a pesar de no tener ninguna eficacia y atentar contra los derechos de los enfermos. Máxime, teniendo en cuenta que Europa no obliga a España a que se pueda vender homeopatía en las farmacias, como se ha defendido falsamente por anteriores administraciones.