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María Luisa Carcedo, ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha participado en la reunión Unidos para acabar con la tuberculosis: una respuesta global urgente a una epidemia global convocada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la sede de las Naciones Unidas en el marco del 73º periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU.
Ha participado en la reunión Unidos para acabar con la tuberculosis: una respuesta global urgente a una epidemia global de la OMS
Durante su intervención, la ministra destacó la universalidad de la atención sanitaria como factor clave en la lucha contra esta enfermedad y en general, en la protección de la salud individual y colectiva, especialmente de las personas en situación de mayor vulnerabilidad. “El acceso y cobertura universales para la prevención, diagnóstico y tratamiento de la tuberculosis son las claves sobre las que tienen que basarse el conjunto de acciones para el control de esta enfermedad y construir una sociedad más justa y mejor” señaló la ministra, añadiendo que “debemos extender la cobertura sanitaria universal y fortalecer las capacidades de los sistemas sanitarios del mundo, tanto por razones de justicia social como por ser más eficaces en la lucha contra enfermedades que ya no tienen fronteras”.
Carcedo indicó durante su intervención los principales factores de riesgo de la tuberculosis, destacando las barreras de acceso a los servicios sanitarios, la pobreza y la exclusión, la marginación social o la presencia de otras patologías y comorbilidades”. También los retos que plantea la enfermedad, como el aumento de resistencias. “Necesitamos disponer de un arsenal terapéutico más amplio y adaptado para afrontar la creciente presencia de resistencias a los fármacos antituberculosos”, explicó, destacando la importancia de fortalecer las capacidades de acompañamiento de los tratamientos para que culminen con éxito o fijar estrategias para el control de la enfermedad en poblaciones de elevada movilidad. Todo ello, “con el estricto respeto a los derechos humanos”.
Destacó los principales factores de riesgo: las barreras de acceso a los servicios sanitarios, la pobreza y la exclusión
Recordó también el Plan Nacional para la Prevención y Control de la Tuberculosis, aprobado en España en 2009 y que se alinea con la estrategia Mundial y el Plan de Acción regional de la OMS frente a la enfermedad.
Además de participar en esta reunión, la ministra de Sanidad aprovechó la ocasión para mantener una serie de encuentros bilaterales. Se reunió, entre otros, con el director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus; el Comisario Europeo de Salud y Consumidores, Vytenis Andriukaitis; la ministra de Salud de Francia, Agnés Buzyn; el ministro de Salud de Portugal, Adalberto Fernández y el ministro de Sanidad, Trabajo y Bienestar Social de Japón, Katsunobu Kato.