El envejecimiento de la población aumenta el número de episodios con diagnóstico secundario de desnutrición

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..Redacción.
La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Fundación Instituto para la Mejora de la Asistencia Sanitaria (Fundación IMAS), han publicado el informe de Recursos y Calidad en Endocrinología y Nutrición (RECALSEEN). El objetivo de este estudio es analizar, por un lado, la evolución de las altas hospitalarias en estas unidades y por otro, la organización de las unidades para establecer asociaciones entre ambas.

Los resultados demuestran que las altas dadas por los Servicios de Endocrinología y Nutrición han ido disminuyendo progresivamente, desde 10.656 altas en 2007 a 8.698 (18%) en 2015, siendo la diabetes mellitus el principal diagnóstico al alta (56% del total). Este descenso de las altas se debe fundamentalmente a la ambulatorización de la asistencia en endocrinología y nutrición, proceso que se ha acompañado de una disminución de la estancia media hospitalaria desde 7,4 en 2007 a 6 días en 2015. Las tasas brutas de mortalidad son muy bajas (menos del 1%,), con unas tasas de reingreso que han aumentado a lo largo del período desde un 6,7% a un 9,1%.

Las altas dadas por los Servicios de Endocrinología y Nutrición han ido disminuyendo progresivamente, desde 10.656 altas en 2007 a 8.698 (18%) en 2015, siendo la diabetes mellitus el principal diagnóstico al alta (56% del total)

El número de episodios con diagnóstico secundario de desnutrición ha aumentado un 116% en 2015 respecto de 2007 debido fundamentalmente al envejecimiento de la población y la pluripatología, identificándose en 12,3 de cada 1.000 altas (todas las edades) en 2015. La asociación más frecuente de la desnutrición como comorbilidad es con la septicemia como diagnóstico principal (5,9%), seguida por la neumonía (5,2%), neumonitis por sólidos y líquidos (3,9%), infección urinaria (3,9%), insuficiencia cardiaca (3,5%) y la fractura de cuello de fémur (3,5%), asociándose al envejecimiento poblacional y plutipatología. Asimismo, el número de episodios con diagnóstico secundario de obesidad ha aumentado un 73% en el mismo periodo. La asociación más frecuente de la obesidad como comorbilidad es con la insuficiencia cardíaca como diagnóstico principal (7,2%), seguida por la “enfermedad pulmonar no especificada” (5%), bronquitis crónica e infarto agudo de miocardio (3,5% en ambos casos).

El número de episodios con diagnóstico secundario de obesidad ha aumentado un 73%

Por otro lado, para analizar la organización de las unidades de endocrinología y nutrición del Sistema Nacional de Salud, se ha enviado una encuesta a los jefes de servicio/sección recogiéndose un total de 88 respuestas sobre un total de 125 hospitales con más de 200 camas instaladas (70% de los centros). Como en otros proyectos RECAL, el análisis de los datos de la encuesta señala importantes diferencias inter-hospitalarias y entre Comunidades Autónomas en el manejo de las enfermedades endocrinas provocando resultados desiguales, requiriendo profundizar en el análisis de sus posibles causas.

El análisis de los datos señala importantes diferencias inter-hospitalarias y entre Comunidades Autónomas en el manejo de las enfermedades endocrinas

La mediana de endocrinólogos adscritos al servicio es de 7 endocrinos pero con muy amplias variaciones. Como mediana estos servicios tienen 2 enfermeras educadoras en diabetes y 1 enfermera dedicada a nutrición, si bien en este último caso un 35% de las unidades no disponían de este recurso.

Existe un elevado nivel de colaboración de los servicios de endocrinología y nutrición con otras unidades. El 94% de los ellos han afirmado tener algún método estructurado de relación con atención primaria y el 86% de las unidades tienen protocolos conjuntos de derivación. Un 66% de los servicios de endocrinología y nutrición ha desarrollado un servicio o unidad de interconsulta con otros servicios del hospital donde están ubicadas.

En el 83% de los casos la unidad de Nutrición estaba incluida en el servicio de endocrinología y nutrición. El 53% de servicios con Unidad de Nutrición integrada tenía dietistas en la unidad, el 26% contaba con técnicos en nutrición y solamente el 3% reportaba la integración de bromatólogos. El 81% de los servicios con Unidad de Nutrición integrada desarrollaban la prestación de un servicio de nutrición domiciliaria.

Existe un elevado nivel de colaboración de los servicios de endocrinología y nutrición con otras unidades. El 94% de los ellos han afirmado tener algún método estructurado de relación con atención primaria

En cuanto a la cartera de servicios, más del 50% de los servicios de endocrinología y nutrición disponen de unidades específicas de diabetes tipo 1 (51,1%), obesidad mórbida (53,4%) y diabetes y gestación (59,1%), existiendo una notable diversidad en la cartera de servicios de los respectivos servicios. En relación con las técnicas, más del 50% realizan ecografía tiroidea (52,3%), bomba de infusión continua de insulina (BICI) (71,6%), nutrición enteral (53%) o parenteral (44%) domiciliaria e impedanciometría (59,1%).

Existe un amplio margen de mejora en relación con la gestión de la calidad y buenas prácticas. Sólo un 35% de los servicios tienen nombrado un responsable de calidad y el 38% había implantado una gestión por procesos para los más frecuentemente atendidos por la unidad.

Sólo un 35% de los servicios tienen nombrado un responsable de calidad y el 38% había implantado una gestión por procesos

En cuanto a la investigación, los servicios de endocrinología y nutrición desarrollan una notable actividad: Un 24% de los estos servicios tienen profesionales dedicados a investigación; el 48% de las unidades tienen proyectos activos de investigación de convocatorias públicas competitivas nacionales o internacionales; el 62,5% de están implicadas en ensayos clínicos y el  56% participa en registros nacionales de patologías (Cáncer tiroides, MEN, TNE, BICI, adenomas hipofisarios).

Por último, el 51% de los servicios de endocrinología y nutrición están acreditados para la formación de posgrado (MIR). Las unidades que están acreditadas tienen un promedio de un residente por año de especialidad y el 62% de las unidades proporciona formación a dietistas.

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