..Luis de Haro. Director general de iSanidad.
Una imagen vale más que mil palabras, y lo sucedido el domingo durante el “clásico” -partido de liga entre el Barcelona y el Real Madrid- es una evidencia. La mejor manera de aliviar las salas de espera de las urgencias hospitalarias es que haya muchos partidos que generan este interés.
Los servicios de urgencia atienden a todo tipo de pacientes, vengan con el problema que vengan. Es habitual encontrarse a pacientes que acuden por cuestiones innecesarias, consumiendo un tiempo que es valioso para otros pacientes o para la propia actividad asistencial. No es difícil encontrase al que quiere adelantar una cita, un problema menor o, simplemente porque no coincide el horario laboral con el del centro de Atención Primaria. El 90% de los pacientes acuden por decisión propia, y solo el 10% derivados de otro centro o de un médico.
Por tanto, no es de extrañar que la decisión de acudir a Urgencias se retrase hasta el “mejor momento”, que casualmente no coincide con espectáculos de máxima audiencia como un “clásico”, un partido de España en el mundial o la final de Roland Garros con Rafa Nadal.
El 90% de los pacientes acuden por decisión propia, y solo el 10% derivados de otro centro o de un médico
En realidad la solución no es aumentar las audiencias de televisión, la solución está más cerca de una educación sanitaria que tenga en cuenta la globalidad del sistema y un pequeño “test” como ayuda a la toma de decisión para acudir o no a un centro de Urgencias.
Está claro que tener un dolor en el pecho, una pérdida de conocimiento, la posibilidad de una fractura o un vómito de sangre son síntomas suficientes para ser protagonista de la sala de espera, pero ni los mocos del niño ni el resfriado común son suficientes razones. Trabajar en esta educación es más barato que responder a la “tiranía” del paciente.
