..Juan Pablo Ramírez. Director de iSanidad
El personal investigador envejece. La edad media de los científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSCIC) es de 56,5 años, según datos del informe anual de CC.OO. Es un dato grave, especialmente en un país que históricamente no ha destinado los recursos necesarios para la ciencia. Las plantillas se agotan porque nuestros investigadores no encuentran suficiente estabilidad laboral y deciden marcharse al extranjero. Ya llevamos muchos años hablando de la diáspora científica.
Año tras año España se aleja del objetivo de alcanzar una inversión del 2% del PIB y de la medida de los países de la Union Europea. Es una buena noticia la que conocimos el pasado viernes en el Consejo de Ministros que ha aprobado 101 millones para diferentes programas. El objetivo es formar a nuevos científicos y atraer a otros que están desarrollando proyectos fuera de España.
La edad media de los científicos del CSCIC es de 56,5 años. Es un dato grave, especialmente en un país que históricamente no ha destinado los recursos necesarios para la ciencia
La cifra invertida supera en un 15% a la de 2017. Es un buen avance, pero echo en falta todavía una estrategia para renovar el sistema de ciencia. La inversión tiene que ser sostenida e incrementarse a largo plazo. Sin interrupciones, independeientemente de los ciclos económicos y de la crisis que pueda venir. Eso solo se puede conseguir con un Pacto por la Ciencia. El problema, si nos fijamos, es muy parecido al que tenemos en el Sistema Nacional de Salud. Los partidos políticos no consiguen ponerse de acuerdo en un Pacto por la Sanidad que debería solucionar, entre otras cuestiones, el actual déficit de profesionales, la falta de médicos y enfermeras.
El problema, si nos fijamos, es muy parecido al que tenemos en el Sistema Nacional de Salud. Los partidos políticos no consiguen ponerse de acuerdo en un Pacto por la Sanidad
Un Pacto por la Ciencia sería la garantía para permitir la vuelta de miles de científicos en el extranjero. Muchos están dispuestos a venir. Un 70% de nuestros científicos en el extranjero desearía volver a España, un 40% lo ha intentado, pero solo un 8,5% ha encontrado una plaza, según estudio de CERFA, la asociación de científicos españoles en Alemania. Una cifra bastante baja si tenemos en cuenta las necesidades actuales.
Mientras el Gobierno se decide a crear los puentes que permita la vuelta de este talento perdido, se ha establecido una comunicación con estas comunidades de científicos en el extranjero. Es un paso importante si tenemos en cuenta que la ciencia es cada vez más colaborativa. Los programas de Horizonte 2020 exigen consorcios en los que estén representadas instituciones privadas, públicas y de diferentes países. Estos investigadores en el extranjero pueden ser de gran utilidad para cerrar acuerdos que permitan financiar proyectos.
Existen mimbres, pero hace falta voluntad política para establecer un gran pacto, duradero en el tiempo. Se beneficiarán nuestros investigadores, la ciencia, la sociedad, los pacientes, la economía. ¿Por qué esta cerrazón?