..Cristina Cebrián.
¿Cómo introducir la innovación en el sector farmacéutico? Con esta cuestión comenzó una de las mesas de debate del Forbes Healthcare Summit, organizado por Forbes España. Las estimaciones hablan de que, para el año 2022, la inversión en este sector a nivel mundial será de 10 billones de euros, de los cuales un billón se destinará a la inversión en medicamentos. “La gran pregunta es si los sistemas sanitarios estamos capacitados para asumir ese importe”, comentó Javier Pont, socio de Deloitte y encargado de moderar el debate.
Pedro L. Sánchez (Farmaindustria): “Es necesario contemplar el medicamento innovador como una inversión, ya que mejora la productividad de los países y reduce los costes propios del sistema sanitario”
Para el director de estudios de Farmaindustria, Pedro Luis Sánchez, estas predicciones a corto y medio plazo “no son tan alarmantes como algunas voces señalan”, siendo las perspectivas de un aumento moderado y progresivo, inferior en cualquier caso al 3% anual y en línea con el propio crecimiento de la economía. Sánchez consideró también la necesidad de contemplar el medicamento innovador como una inversión, ya que “no sólo mejora la salud y calidad de vida de los pacientes a corto plazo, sino que mejora la productividad de los países y reduce los costes propios del sistema sanitario”, evitando así hospitalizaciones e incluso cirugías, sin olvidar la reducción de la carga social en pacientes dependientes.
Juan José Polledo (Celgene): “El Sistema Nacional de Salud (SNS) no cuenta con un modelo centralizado para organizar y plantear la introducción de innovación en el sector farmacéutico”
El planteamiento de la innovación como un reto para el sector farmacéutico supone aceptar que existe también un desafío técnico, político y financiero. Así lo interpretó Juan José Polledo, director de relaciones institucionales de Celgene.
“Debemos analizar de qué hablamos cuando nos referimos a la innovación”, señaló Polledo al tiempo que lamentó que no exista “una agencia centralizada en la que se atribuya la referencia técnica con carácter indiscutible para todos los agentes. Por lo tanto, tenemos enormes puntos de discusión al respecto”. En cuanto al desafío político, el representante de Celgene apuntó que el Sistema Nacional de Salud (SNS) no cuenta con un modelo centralizado para organizar y plantear la introducción de innovación en el sector farmacéutico. “Cuando resolvamos estos desafíos, a lo mejor nos encontramos con un desafío financiero”, advirtió.
Aportaciones de la Inteligencia Artificial y el Big Data
Innovación y tecnología van de la mano y en este sector son grandes aliados. Concha Serrano, directora de relaciones institucionales de Pfizer, reforzó esta idea al señalar que los desafíos que se presentan a la hora de introducir nuevos fármacos al mercado se están afrontando de una manera tradicional, cuando “lo que necesitamos son nuevos líderes, nuevas maneras de pensar y desarrollar tanto la robótica como el Big Data y la Inteligencia Artificial, porque muchas de las respuestas vana estar ahí”.
Orlando Vergara (Novartis): “Muchas veces hemos caído en la trampa de que el fármaco es el elemento más importante en el manejo de una enfermedad, cuando en realidad lo es la mejora de vida de los pacientes”
En la misma línea, Orlando Vergara, director de Neurociencias de Novartis, recordó el valor de ser optimistas para abrir las puertas a la innovación farmacéutica. “Muchas veces en este sector hemos caído en la trampa de que el fármaco es el elemento más importante en el manejo de una enfermedad, cuando en realidad lo es el ‘outcome’ y la mejora de vida de los pacientes”, explicó. Con la llegada de las nuevas tecnologías, Vergara planteó una nueva forma de ver el mundo, “abrir un nuevo ecosistema y ampliar horizontes para entender cómo tenemos que incorporar esa innovación y cómo cambiar el pensamiento del médico en este sentido”, concluyó.
Por último, Beatriz Vicén, Head Public Affairs & Quality de Bayer, colocó al paciente en el centro del debate. Y es que, a modo de autocrítica, señaló que tradicionalmente “no hemos tenido en cuenta la opinión de los pacientes”. Sin embargo, esto ha cambiado y ahora “el paciente es mucho más activo y quiere participar en la toma de decisiones sobre su enfermedad. Su voz tiene poder y es importante”, insistió Vicén.