Nanopartículas encapsuladas, nueva diana terapéutica frente a la tuberculosis

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..Cristina Cebrián.
Las nanopartículas abren el horizonte para afrontar la tuberculosis y llegan en forma de matrioskas. Investigadores españoles han demostrado mayor efectividad en el uso de nanopartículas de ácido poliláctico-co-glicólico (PLGA) cargadas de rifampicina. El equipo del CIBER en la Universidad de Zaragoza y en el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol ha comparado este efecto con el del antibiótico libre. Los resultados se han publicado recientemente en la revista científica Nanomedicine.

Durante la investigación encapsularon la rifampicina en nanopartículas, a su vez encapsuladas en macropartículas, logrando el efecto de las muñecas rusas. Estas macropartículas son resistentes al pH ácido del estómago. Se podrían administrar vía oral, resistiendo a la degradación gástrica y llegando al intestino. Allí se liberarían las PLGA cargadas del fármaco anti-tuberculosis y cruzarían la pared intestinal. Así, alcanzarían la circulación sistémica y potencialmente los macrófagos alveolares infectados por el patógeno intracelular, localizando las nanopartículas cargadas de antibiótico con el patógeno.

Las nanopartículas, al cruzar la pared intestinal, alcanzarían la circulación sistémica y los macrófagos alveolares infectados por el patógeno intracelular

Investigación-nanoparticulas-encapsuladas-tuberculosisAunque la rifampicina se suministra de forma oral, hasta un 26% de la dosis provista se degrada en el estómago. Por ello, es fundamental avanzar en la búsqueda de nuevas dianas terapéuticas frente a infecciones provocadas por la Mycobacterium tuberculosis. El uso de nanopartículas ayudaría a disminuir las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre esta enfermedad. Se trata de un grave problema de salud pública, en 2016 murieron 1,7 millones de personas en todo el mundo. Además, 10,4 millones de personas contrajeron esta infección bacteriana.

Mimetizar la pared intestinal
Entender el funcionamiento de las nanopartículas es clave para desarrollar futuras investigaciones. Éstas fueron capaces de migrar por una membrana epitelial in-vitro que mimetiza la pared intestinal. De este modo cumplieron su función de transporte y liberación controlada del fármaco encapsulado. Es también una forma de evitar el contacto con enzimas digestivas y con el bajo pH.

José Domínguez, investigador del CIBERES explica que “este estudio sentará las bases para futuras investigaciones basadas en nanopartículas. Deben orientarse a la evaluación in vivo de esas nanopartículas con antibióticos en ratones infectados con tuberculosis”.

José-DomínguezJosé Domínguez (CIBERES): “Las investigaciones deben orientarse a la evaluación in vivo de esas nanopartículas con antibióticos en ratones infectados” 

El elevado coste de los tratamientos para esta enfermedad obliga a los científicos a buscar alternativas. También existe una necesidad urgente de encontrar nuevos métodos de diagnóstico que disminuyan la prevalencia. El uso de estos fármacos encapsulados facilitaría la reducción de la dosis y, por tanto, su toxicidad. 

Los investigadores de este estudio iniciaron su colaboración gracias al proyecto TARMAC. La financiación llegó gracias a una iniciativa del CIBER de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN), del CIBER de Enfermedades Respiratorias (CIBERES) y de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). Ésta se centró en desarrollar nuevas herramientas de diagnóstico y tratamiento de enfermedades infecciosas del tracto respiratorio, particularmente la tuberculosis.

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