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La incidencia de tumores es mayor en pacientes infectados por VIH que los que no están infectados. Hay otros factores de riesgo además de los conocidos como tabaquismo, alcohol o la infección por virus oncogénicos. El VIH y el cáncer se relacionan por la propia acción del VIH. El VIH provoca un estado doble de inmunosupresión e inmunoactivación continua. Son precisamente dos situaciones que favorecen el desarrollo de tumores.
La Fundación Jiménez Díaz y la Universidad Autónoma de Madrid han organizado las IV Jornadas UAM y VIH. Los expertos en la materia han actualizado algunos aspectos relevantes de esta enfermedad desde una perspectiva multidisciplinar.
Aumenta la relación entre el VIH y el cáncer porque el estado de inmunosupresión favorece el desarrollo de tumores
Entre otros ha participado el Dr. Miguel Górgolas, jefe asociado del Servicio de Medicina Interna en la Fundación Jiménez Díaz. Ha señalado que actualmente se dispone de fármacos muy eficaces para el control de la infección por VIH. Gracias al tratamiento antirretroviral los pacientes afectos tienen una buena calidad de vida y una esperanza de vida muy similar a la población no infectada. Además, añade que, en un futuro, el empleo de inmunoterapias, una realidad ya en el tratamiento de muchos tumores podría ayudar a controlar y, tal vez, erradicar la infección por VIH: “Aquí hay un gran camino que recorrer todavía”, afirma.
Diferentes tratamientos frente al VIH
Durante las jornadas, además de la relación entre el VIH y el cáncer, se mostraron dos nuevas estrategias de tratamiento. La primera es la biterapia, que es el control de la infección con dos fármacos. Hasta ahora estaba establecido en tres. “La estrategia de usar menos fármacos tiene la ventaja de que los posibles efectos tóxicos de tomar una medicación de por vida son más limitados que si se toman tres o más compuestos”. Son palabras del Dr. Górgolas, aunque también comenta que su aplicación solo se prescribe en determinados pacientes.
Por otro lado, se expusieron los datos recientes de los tratamientos administrados una vez al mes por vía parenteral, intramuscular. “Esta es una estrategia de tratamiento con dos fármacos que consiguen mantener el virus indetectable durante cuatro y posiblemente ocho semanas. De esta forma. los pacientes con infección no tienen que tomar una o varias pastillas diarias, sino recibir dos inyecciones intramusculares cada vez”. Y añade que “los resultados están siendo muy prometedores” aunque estos medicamentos se encuentran todavía en fase de desarrollo clínico y no están comercializados.
