..Elena Santa María.
Dusko tiene 15 años. A pesar de que otros años ha asistido a una excursión que organiza la Asociación Leyva a la residencia del Instituto Murciano de Acción Social (IMAS), este año no va a acudir. Se ha quedado sin plaza por ser “demasiado nervioso”, según consideran los organizadores. En Torrejón de Ardoz ha sucedido algo parecido. Un niño de seis años ha sido expulsado de un campamento de verano organizado en el polideportivo municipal. Pocos días antes de comenzar el campamento de verano del Patronato de Deportes de Torremolinos, los padres de David, de nueve años, recibieron una comunicación en la que se impedía participar al pequeño.
Estos tres niños tienen Trastornos del Espectro Autista (TEA). Ser autistas es la razón por la que no han podido participar de los campamentos de verano, a pesar de haberlo hecho otros años. Son solo tres casos, pero hay muchos más. Por ello, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) y la Confederación Autismo España han denunciado ante el Defensor del Pueblo “las vulneraciones de derechos que se han producido en varios campamentos de verano” y que “han impedido a niños con trastorno del espectro del autismo disfrutar de su derecho al ocio y al esparcimiento”.
Estos tres niños son autistas. Esta es la razón por la que no han podido participar de los campamentos
Este derecho se encuentra reconocido en la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. En su artículo 30 especifica: “Participación en la vida cultural, las actividades recreativas, el esparcimiento y el deporte”. Además, en su apartado 5, señala que “a fin de que las personas con discapacidad puedan participar en igualdad de condiciones con las demás en actividades recreativas, de esparcimiento y deportivas, los Estados Partes adoptarán las medidas pertinentes para, entre otras cuestiones, asegurar que los niños y las niñas con discapacidad tengan igual acceso que los demás niños y niñas a la participación en actividades lúdicas, recreativas, de esparcimiento y deportivas, incluidas las que se realizan dentro del sistema escolar”.
Ante las expulsiones de los niños autistas de los campamentos de verano, tanto el CERMI como Autismo España denuncian que, a día de hoy, “sigan existiendo este tipo de vulneraciones que impiden a los niños y niñas con TEA poder disfrutar del ocio y del esparcimiento como cualquier otro menor de su edad”. Solicitan así la intervención del Defensor del Pueblo para instar a las autoridades correspondientes a cumplir con la legislación actual. Así como a emprender las medidas que consideren oportunas para evitar este tipo de discriminaciones.