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La obesidad es una de las epidemias del siglo XXI que más preocupan. Según datos de la OMS, desde 1975 se ha triplicado en todo el mundo. Los índices de obesidad y sobrepeso en España (16%) se sitúan por debajo de la media de la OCDE (19,5%). Aún así, la situación no deja de ser preocupante. De hecho, según una investigación realizada por el Institut Hospital del Mar d’Investigacions Mèdiques (IMIM), atender estas patologías supone un coste de 1.950 millones de euros para el Sistema Nacional de Salud.
En 2016, fecha en la que se realizó este estudio, 24 millones de personas sufrían exceso de sobrepeso en España. De continuar la tendencia, en 2030 el 80% de los hombres y el 55% de las mujeres en España tendrían problemas de sobrepeso.
De continuar la tendencia, en 2030 el 80% de los hombres y el 55% de las mujeres en España tendrán problemas de sobrepeso
El principal problema de la obesidad son sus consecuencias que se asocian a múltiples enfermedades, algunas de ellas graves. La diabetes tipo 2 está estrechamente relacionada. Además, el 70% de los obesos desarrolla hígado graso. Algunos tipos de cáncer, hipertensión, insuficiencia cardiaca o enfermedad coronaria están también relacionadas con la obesidad.
En este contexto, es urgente tomar medidas que promuevan unos hábitos de vida saludable. Especialmente en cuanto a dieta y ejercicio se refiere. Sin embargo, no todas las dietas ni todos los métodos son igual de efectivos y seguros. El Dr. David Heber, director y fundador del Centro para la Nutrición Humana en la Universidad de California, apuesta por el reemplazo de comidas con complementos alimenticios. “El reemplazo de comida promueve una dieta de alta calidad. Fundamentalmente porque son densos en nutrientes y tienen un índice glucémico bajo”. Y añade que “cuando se combinan con ejercicios de resistencia pueden ayudar a promover la masa corporal magra”.
Algunos tipos de cáncer, hipertensión, insuficiencia cardiaca o enfermedad coronaria están relacionadas con la obesidad
Además, el experto en nutrición considera que hay que tener en cuenta también cómo los patrones de comportamiento, que se forman al sustituir comidas por complementos, influyen en el control del peso. El Departamento de Medicina de la Universidad de Ulm, Alemania, realizó un estudio de cuatro años sobre pacientes obesos. Los investigadores descubrieron que la falta de tiempo para preparar comidas saludables es una de las mayores barreras para perder peso. Por lo que “el reemplazo de comidas facilita la planificación de las comidas”. Además, estos reemplazos reducen las barreras a la adhesión a la dieta y facilitan el seguimiento de un patrón de alimentación regular.
Estos investigadores sugieren que, si se preparan como se recomiendan, los complementos alimenticios son “una manera fácil y precisa de llevar la cuenta de cuántas calorías se está consumiendo”. Ello sin mermar la obtención de los nutrientes necesarios, ya que están compuestos de vitaminas, minerales, proteínas y fibra que ayudan a evitar una brecha de nutrientes. Por último, el reemplazo con complementos alimenticios facilita el registro de la ingesta dietética y, en consecuencia, la autoconciencia de los comportamientos y resultados.
El reemplazo de comidas con complementos alimenticios facilita el registro de la ingesta dietética
El reemplazo de comidas para controlar el peso también han sido objeto de revisión por parte de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Concretamente, el Panel sobre Productos Dietéticos, Nutrición y Alergias reconoció que “la pérdida de peso lograda mediante este método fue significativamente mayor que con las dietas convencionales”. También que “cuando las estrategias de pérdida de peso fueron igualmente efectivas, la intensidad de la intervención requerida fue tres veces mayor para las dietas convencionales con restricción de energía que para los reemplazados de comidas”.
Por otro lado, en 2018 un grupo de investigación de la Universidad de Oxford publicó un análisis sobre este mismo asunto. En este análisis incluyeron la revisión de 14 estudios anteriores. Todos ellos comparaban el efecto de los complementos alimenticios con otro tipo de intervenciones para bajar de peso. Según el estudio, aquellos participantes que siguieron una dieta basada en complementos alimenticios perdieron 1,44kg más que aquellos que siguieron otras dietas. Los participantes que además siguieron un programa específico para perder peso obtuvieron mejores resultados.
El uso de sustitutos de comidas debe promoverse como una estrategia dietética eficaz para perder peso
Este hecho demuestra el valor de los programas que, según el Dr. Heber, “facilitan que las personas se adhieran a una dieta de energía reducida”. Conociendo estos datos, el Dr. Heber apunta a que este tipo de dieta sería muy eficaz como guía clínica para la obesidad. “El uso de sustitutos de comidas debe promoverse como una estrategia dietética eficaz para perder peso”.
