..Elena Santa María.
En los últimos años han aparecido diversos estudios que relacionan la periodontitis con el Alzheimer. Esta relación ha protagonizado un de los cursos de verano de la Complutense, ‘Enfermedades bucales y neurodegenerativas, ¡tan lejos o tan cerca!’. Un curso en el que se ha analizado esta vinculación que es bidireccional, puesto que el deterioro cognitivo progresivo limitaría los hábitos de higiene bucodentales; mientras que el proceso inmuno-inflamatorio crónico y la inflamación sistémica secundaria a la periodontitis podría inducir fenómenos neuro-inflamatorios. Este curso, organizado con la colaboración de la Fundación SEPA, cuenta con el apoyo de Johnson & Johnson y Colgate, reúne a expertos en odontología y neurología.
Las últimas investigaciones al respecto asocian una bacteria como causante de los procesos de inflamación cerebral. “Esta bacteria tiene la capacidad de pasar al torrente sanguíneo desde las lesiones periodontales (bolsas) consecuencia de la periodontitis, y una vez en la sangre, tiene la capacidad de atravesar la barrera hemato-encefálica y causar procesos inflamatorios locales en el tejido cerebral”. Son palabras del Dr. Mariano Sanz, catedrático de la UCM, patrono de la Fundación SEPA y director del curso.
Las últimas investigaciones al respecto asocian una bacteria como causante de los procesos de inflamación cerebral
Dicha inflamación es el mecanismo fisiológico fundamental de la enfermedad de Alzheimer. Esos antígenos bacterianos, según el Dr. David Herrera, patrono de la Fundación SEPA, “podrían proceder de infecciones periodontales”. “La proximidad del bulbo y los conductos olfatorios podría explicar el paso directo de bacterias o antígenos bacterianos al parénquima cortical”.
Los procesos locales de inflamación en el tejido cerebral dañan el tejido neuronal e interfieren con las conexiones inter-neuronales. En este sentido, el Dr. Sanz advierte que “los pacientes con periodontitis, por un lado, sufren una inflamación sistémica; por otro, el paso de bacterias desde el tejido periodontal a la sangre (con capacidad para atravesar la barrera entre la sangre y el tejido cerebral) puede condicionar y agravar los procesos inflamatorios locales a nivel cerebral”.
Los procesos locales de inflamación en el tejido cerebral dañan el tejido neuronal e interfieren con las conexiones inter-neuronales
El hecho de mantener de manera crónica un foco de inflamación e infección, como en el caso de la periodontitis, “conlleva que dicho proceso pueda hacerse sistémico, puede traspasar las fronteras de los tejidos de la boca y circular por la sangre y, por supuesto, llegar a entrar en el cerebro y otras estructuras del sistema nervioso central (SNC)”, advierte el Dr. Juan Carlos Leza, profesor de la UCM, Director del Grupo de Neuropsicofarmacología Molecular. En este sentido, continua explicando este experto, “a pesar de que fisiológicamente el SNC está protegido, hay zonas por las que esas señales inflamatorias (incluyendo componentes de las bacterias que pueden estar produciendo la periodontitis) pueden penetrar al tejido cerebral y provocar inflamación y alteraciones funcionales en el cerebro”.