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La Federación de Asociaciones Científico-Médicas Españolas (FACME) y la Fundación IMAS defienden una evaluación independiente para comparar los resultados en salud de los servicios autonómicos. En un comunicado conjunto, ambas instituciones proponen “la creación de un Observatorio de Resultados del SNS”. Funcionaría como una agencia con estatuto independiente y participación de las sociedades científicas. De hecho, FACME e IMAS ya colaboran en un proyecto de similares características. Se trata del proyecto Indicadores del Sistema Nacional de Salud. Hasta el momento, se han desarrollado 39 indicadores basados en la evidencia científica.
Estos indicadores permiten comparar el desempeño entre servicios de salud, áreas de salud, hospitales y servicios clínicos concretos. Ya han comenzado los trabajos para su implantación con algunas comunidades autónomas y se ha propuesto colaboración al Ministerio de Sanidad. Esta reclamación surge tras la publicación del informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP). Precisamente, FACME e IMAS lamentan la falta de indicadores en el uso de la FADSP.
FACME y la Fundación IMAS defienden una evaluación independiente para comparar los resultados en salud de los servicios autonómicos
Una de las principales críticas se dirige al aspecto sobre la privatización de la sanidad. “La no utilización de indicadores de resultados en salud por parte de la FADSP no puede atribuirse a que no existan. Caso omiso hace de los datos públicos de observatorios de resultados en salud de algunas Comunidades Autónomas (como Cataluña y Madrid) y de los estudios RECAL”, explican ambas instituciones.
En concreto, FACME e IMAS destacan que los estudios RECAL “han puesto de manifiesto diferencias entre hospitales y Servicios de Salud del SNS”. En este sentido estos informes han servido, a su juicio, para evidenciar las desigualdades. Ambas instituciones identifican la equidad como uno de los grandes retos del sistema. Para hacer frente a este desafío, recomiendan en primer lugar la implantación de un sistema de información sanitaria integral. En segundo lugar, la eliminación de las trabas burocráticas que encuentran las sociedades científicas en investigación. Como tercer punto argumenta el establecimiento de estándares de calidad de carácter normativo. Por último, la publicación de resultados homogéneos.
“Se necesita un sistema estructurado de información que permita comparar el desempeño de los Servicios de Salud de las Comunidades Autónomas y sus datos deben ser públicos. Los indicadores que miden la calidad de los servicios deben responder a las necesidades de los ciudadanos y tener una sólida base científico-técnica”, insisten desde FACME e IMAS.