..Luis de Haro. Director general de iSanidad.
El respeto que se le pide al médico no se tiene con él. Desde la política empieza a ser habitual despreciar al médico y dejarle en último lugar, apartado. El último capítulo se ha visto con Pablo Iglesias y Pedro Sánchez “negociando” con el Ministerio de Sanidad, que ha quedado al “servicio del partido”.
Al médico se le está determinado el tiempo de atención a cada paciente; ahora mismo se duda si el médico “cobra” de un laboratorio; se regula cada vez más la capacidad de relación con paciente; como si fuera un posible delincuente se le pide el historial de delitos sexuales… La humillación es constante porque se duda de su profesionalidad, de su entereza y de su formación. Es evidente que quien hace las leyes no conoce al médico.
Que el periodo más largo al frente del Ministerio de Sanidad haya sido solo de poco más de 4 años (y hace 30) es una prueba. Ningún presidente del gobierno ha mostrado interés. Sánchez lo ha ofrecido como moneda de cambio; Iglesias lo ha despreciado; Rajoy puso a una ministra sin conocimiento alguno para cumplir con la “cuota catalana”; Zapatero colocó a tres mujeres, que ninguna tenía relación alguna con la carrera sanitaria… Solo se pueden destacar a Ana Pastor, Julián García Vargas., Romay Beccaria y quizá alguno más (pero ya en la prehistoria).
La mejor forma de despreciar al médico es no escucharle
Despreciar al médico y a su entono está viviendo su momento más álgido estos últimos años. Los profesionales cada vez están más lejos de las tomas de decisión que afectan a sus tareas. ¿De verdad que la Sanidad Universal, la colaboración público-privada o la eutanasia son los principales problemas del sistema? Cualquier médico sabe que la cronicidad y el envejecimiento, la eficiencia, los salarios y los incentivos, la seguridad del paciente, la responsabilidad civil, la formación, las agresiones… sí forman parte de las necesarias mejoras.
Ningún partido quiere hacer una encuesta entre los profesionales, basta ser del partido para conocer las mejoras que necesita el sistema
¿A qué esperan los partidos para preguntar? Es fácil, nadie quiere preguntar al médico ni a ningún otro profesional sanitario por sus necesidades no vaya a ser que no coincidan con los intereses del partido.