..G.M. / J.P.R.
..Vídeo y fotos: Fernando Ruiz.
Con el inicio de la nueva legislatura y el nombramiento del ministro de Sanidad, Salvador Illa, la Confederación Estatal de Sindicatos de Médicos (CESM) vuelve a señalar los problemas de la profesión, a reivindicar mejoras laborales y se plantea la posible necesidad de cambiar el sistema de acceso de los médicos al sistema sanitario. Su secretario general, Gabriel del Pozo, conversa con iSanidad sobre los cambios necesarios para superar problemas como la falta de médicos y las diferencias en las condiciones salariales y de desarrollo profesional entre comunidades.
¿Qué esperan del nuevo ministro Salvador Illa?
Esperamos que tome conciencia de la problemática de la sanidad, establezca un diálogo con los médicos y entre ambos podamos buscar soluciones a los múltiples problemas que atañen al colectivo. Cuanto antes tengamos una reunión con él mejor para nosotros y mejor para todos.
¿Cómo cree que influye que no tenga experiencia en el ámbito sanitario?
Él va a estar rodeado de profesionales que sí tienen esos conocimientos. Nos hubiera encantado que ya lo conociera porque es un camino que llevaríamos ya adelantado, pero no creemos que sea un motivo excluyente para ser ministro. Si tienes un buen gabinete que te asesore, entendemos que en poco tiempo va a tener capacidad de tener conocimiento de cómo está la situación de la sanidad.
“Nos hubiera encantado que el ministro ya conociera el ámbito sanitario porque es un camino que llevaríamos adelantado, pero no creemos que sea un motivo excluyente”
¿Cómo considera que debe afrontar el nuevo ministro la precariedad laboral y el déficit de profesionales?
Evidentemente con planificación. Es lo que hemos estado siempre criticando y echando en cara, y lo que llevó a la profesión sanitaria a unirse y salir a la calle durante dos años seguidos. Y seguimos manteniendo las reivindicaciones. Esperamos que aborde la precariedad mejorando las condiciones laborales. Tenemos un problema de sueldos, de seguridad en el empleo, de falta de movilidad dentro de los puestos de trabajo, etc.
No puede ser que se convoque una oposición, tardemos cuatro o cinco años y resulta que la mayor parte de la famosa OPE, que iba a ser masiva, no esté resuelta o esté sin hacer todavía. Esto no es normal. No podemos estar con un sistema donde podemos encontrar médicos interinos o eventuales que llevan así más de diez años. A la gente hay que darle la posibilidad de que consolide, tiene que haber oposiciones y traslados de forma bienal como mucho. Al principio tendremos que resolver el tapón, pero luego serán oposiciones de menos plazas y mucho más ágiles.
“Tenemos que ver cómo los colocamos o cómo se accede al sistema de otra forma, pero no sé si es normal volver a hacer una oposición”
¿Cree que habría que buscar otras formas de incorporación de profesionales sanitarios al sistema además de la OPE nacional?
A lo mejor nos tenemos que preguntar por la forma de acceso a la función pública. Igual hay que hacer modificaciones legales. Es un tema que creemos que da pie a un grupo de trabajo. No me parece muy coherente, esto es una opinión personal como médico, que en una carrera en la que los médicos son una élite que seleccionas para entrar en la facultad, que tienen seis años de estudios bastante difíciles, en la que pasan una oposición para acceder a una especialidad que valora y acredita que tienen los requisitos necesarios, tengan que volver a hacer un examen para acceder al sistema. ¿Un examen de conocimientos? Creo que todo eso está ya valorado.
Tenemos que ver cómo los colocamos o cómo se accede al sistema de otra forma, pero no sé si es normal volver a hacer una oposición y mientras tanto tenerlos en el limbo de los justos. Creo que este planteamiento ya llega por muchas vías. Hay partidos políticos, gente muy importante dentro del sistema y teóricos del sistema que están abogando por cambios.
¿Desde CESM hay alguna propuesta de una forma diferente de acceso a la función pública?
Tenemos un grupo de trabajo y en el momento en el que tengamos una propuesta propia, evidentemente la haremos pública.
“No todos estuvimos de acuerdo con el plan de atención primaria elaborado por el ministerio. Al final a los médicos no se nos ha escuchado”
Una de las áreas con mayor precariedad y con mayor déficit de profesionales es la atención primaria. ¿El plan aprobado la pasada legislatura puede ser un punto de partida para el nuevo ministro?
Aunque hubo un grupo de trabajo, no todos estuvimos de acuerdo con el plan elaborado por el ministerio. Al final a los médicos no se nos ha escuchado. Puede servir de guía de inicio de trabajo, pero es un plan que adolece de medidas inmediatas, de poner recursos. Hablar de medidas a medio y largo plazo es hablar del sexo de los ángeles. La atención primaria es como un enfermo que está en la UVI con posibilidades de morir. Y estamos hablando de a qué gimnasio lo vamos a inscribir para que se mantenga. Vamos a resolver que esté bien, porque si se muere no vamos a poder hacer nada nuevo.
El ministerio tendría que abordar medidas inmediatas teniendo en cuenta que tenemos un Sistema Nacional de Salud con 18 subsistemas. Esto es un problema a la hora de coordinar y poder trabajar todos en la misma dirección. El ministerio tiene capacidades, pero las tiene que ejecutar. Ya tenemos experiencia de medidas que un Gobierno ha llevado al Consejo Interterritorial, que no es decisorio, y las autonomías, también aquellas en las que gobernaba el mismo partido que en el Estado, no han hecho caso de lo aprobado.
“La atención primaria tiene que tener una asignación específica, con un presupuesto que sea finalista”
¿Qué medidas a corto plazo son necesarias en la atención primaria?
Lo primero son los recursos. No solo dinero, también una serie de mejoras laborales que tienen que aplicarse ya. La atención primaria tiene que tener una asignación específica, con un presupuesto que sea finalista. Si no, el presupuesto sanitario va aumentando pero va a otros capítulos. Para que recuperemos profesionales tienen que llegar esos recursos económicos y ofrecerles mejores condiciones laborales.
En atención primaria hay sobrecarga y problemas de conciliación con la vida familiar. Tendrían que adaptarse los horarios a las necesidades para que la población tenga asistencia pero para que el profesional también se mantenga. No puede ser que formemos médicos de familia y se nos vayan a las urgencias o se nos vayan a sistemas privados porque les están facilitando más su vida familiar que en el servicio público. Porque no les permiten moverse, están condenados a estar en un determinado turno porque no hay traslados.
¿Es posible la homogeneización salarial en un sistema que tienen las competencias transferidas a las comunidades autónomas?
Hay una parte del salario que es homogénea, que la marca el ministerio y es igual para todos. Pero los diferentes complementos y los precios de la hora de guardia son totalmente distintos en cada comunidad autónoma. Además, como hay un problema de falta de profesionales, nos estamos quitando los trabajadores unas comunidades a otras variando los complementos. No puede ser que la carrera profesional sea muy lesiva para los profesionales en Andalucía, en otros sitios sea mucho menos rígida y en otros esté parada.
“No puede ser que la carrera profesional sea muy lesiva para los profesionales en Andalucía, en otros sitios sea mucho menos rígida y en otros esté parada”
Nuestra propuesta es unificar. Pero el que tendría que unificar es el ministerio. Creemos que una de las posibilidades es que los consejos interterritoriales sean de obligado cumplimiento. Pero va a ser complicado, todos sabemos que, de alguna forma, las cosas de obligado cumplimiento se incentivan con otras.
Hay que arbitrar un sistema que haga atractivo a las comunidades la unificación y que todos queramos ir en la misma línea. Que los profesionales trabajen donde quieran con condiciones laborales similares en todos lados: económicas, de investigación y de docencia.
¿Es posible esa homogeneización también cuando hablamos de carrera profesional?
Todo depende de las ganas que se tengan de hacer las cosas. Si nos movemos por motivos políticos, esto es, aunque a mí me parezca bien algo que está proponiendo determinado grupo político, yo no lo aplico porque mi Gobierno regional es de otro partido. Esto no nos favorece nada. Si todos estamos viendo los problemas que se nos están planteando de déficit de profesionales, mejoremos todos porque será mucho más fácil que se arbitre algo común para todos. Pero hay que tener buena disposición. Y eso es lo que tienen que poner los gobiernos autonómicos correspondientes.
“Las guardias son obligatorias pero se retribuyen por debajo del precio de la hora ordinaria y no computan como tiempo de trabajo para la jubilación”
La jornada de 35 horas es otra de las prioridades del sindicato, ¿qué más le piden al nuevo Gobierno?
Además de las 35 horas le pedimos recuperar poder adquisitivo y abordar las guardias, que son obligatorias pero se retribuyen por debajo del precio de la hora ordinaria, cuando se está trabajando de tarde, de noche y en fines de semana. Encima esas horas no computan como tiempo de trabajo de cara a la jubilación. Además están las diferencias de retribución de la hora de guardia entre unas comunidades y otras. Para nosotros el tema de las guardias es una espina clavada y es una petición fundamental.
También es necesario planificar las necesidades de médicos. Si ya sabemos cuántos médicos se nos jubilan, ¿por qué no se ha previsto? Con la crisis económica se recortaron mucho las plazas MIR porque cada comunidad autónoma paga esa formación. Pero, aunque yo recorte, mis médicos van a seguir cumpliendo años y entre el 30 y 35% de médicos del sistema público nos vamos a jubilar en los próximos 15 años.
“Entre el 30 y 35% de los médicos del sistema público nos vamos a jubilar en los próximos 15 años”
Tenemos que tener médicos formados para cubrir ese porcentaje y un médico no se forma de hoy para mañana, un MIR tarda entre cuatro y seis años. No podemos estar formando un montón de alumnos en las facultades a los que luego no les demos salidas, creando un tapón de médicos que no pueden trabajar en el sistema público, que absorbe casi el 90% de los trabajos. Y en muchos de los centros privados tampoco, porque te piden la titulación de especialista.
Echan en falta entonces el registro de médicos.
Ese famoso registro del Ministerio de Sanidad que llevo dos años oyendo que ya estaba, pero todavía seguimos sin verlo. Si estuviera, sería mucho más fácil. Yo creo que la Administración tapa huecos pero no prevé los problemas que vamos a tener en un futuro. Con los médicos ha pasado en cuanto a la formación.
Los médicos que trabajan en el Sistema Nacional de Salud tienen que reunir los requisitos de titulación que marca la legislación europea y la española: de nacionalidad, de homologación de titulaciones, etc. No puede ser que cuando faltan médicos, tiremos de todos los que están esperando. No podemos abrir esa vía.
“¿Qué problema hay en que un médico siga trabajando hasta los 70?, ¿es que con los 65 años me han dado un título de tonto?”
Otras de las cosas que pedimos a la Administración es flexibilidad en cuanto a la edad de jubilación. Si estamos teniendo problemas de falta de médicos, ¿qué problema hay en que un médico siga trabajando hasta los 70?, ¿es que con los 65 años me han dado un título de tonto?. Mientras se demuestren que tienen las mismas capacidades y haya necesidades en el sistema, dejen que sigan trabajando sin trabas. Del mismo modo que se les permita irse desde los 60 años. Desgraciadamente, cada vez hay más médicos que se quieren ir a esa edad porque el sistema los tiene quemados.
Otro aspecto que limita el acceso de los médicos en determinados sitios son las lenguas cooficiales. Podrá ser un mérito dentro de una oposición, pero no una obligación ni una exclusión. Estamos en España y se supone que tenemos todos una lengua común.
También hemos reclamado que se aumenten las plazas MIR y se planifiquen en función de las necesidades. Que quien salga de la facultad de medicina tenga la opción de hacer una especialidad para poder trabajar en el sistema. Tienen que equipararse las plazas de formación de médicos y las de formación MIR. Ahora mismo tenemos un pool del que podríamos tirar si tuviéramos dinero y capacidad para formar a esos médicos. También hay que cuidar las ofertas MIR para que los profesionales quieran ser docentes. Si estas con una sobrecarga abismal, no me parece moral tutelar a nadie. De alguna forma se le tiene que reconocer ese sobreesfuerzo en la formación. Esas cosas no se tienen en cuenta.