El doctorado: la satisfacción de una curiosidad que mina por dentro

satisfacción-de-una-curiosidad

..María Vargas Tabuenca. Directora de Relaciones Institucionales de iSanidad.
Tenemos grandes sabios de nuestro tiempo que nos dejaron frases célebres sobre la curiosidad. No, no me refiero a las del tipo “la curiosidad mató al gato”. Sino a esa clase de frases inspiradoras que cuando son leídas o escuchadas hacen que tu cerebro pare un momento para reflexionar. Un ejemplo podría ser el de Albert Einstein, quien afirmó que “lo importante es no parar de cuestionar. La curiosidad tiene su propia razón para existir. Asimismo, el profesor Antonio G. García, presidente de la Fundación Teófilo Hernando, afirmaba en una columna publicada en nuestro medio lo siguiente: “la práctica científica tiene en sí un valioso premio: la satisfacción de la curiosidad”.

La satisfacción de la curiosidad en el ámbito científico, y concretamente durante la realización de la tesis doctoral, no siempre resulta plenamente satisfactoria

Pero parece que esta satisfacción de la curiosidad en el ámbito científico, concretamente durante la realización de la tesis doctoral, no siempre resulta plenamente satisfactoria. De acuerdo con diversos estudios científicos, el estado anímico de los estudiantes de doctorado deja mucho que desear de cara a una gestión positiva.

Y es que el 36% de los estudiantes reconoce que ha tenido que solicitar ayuda por ansiedad o depresión durante esta etapa. Esto lo decía una encuesta de la revista Nature que fue realizada a 6.000 doctorandos de todo el mundo. Quizá algo tenga que ver con que más del 76% de los encuestados explicaban que trabajan 41 horas o más a la semana en el laboratorio. Concretamente, en torno a un 25% de los encuestados de 51 a 60 horas; un 12% de 61 a 70h; un 7% entre 71 y 80 horas; y un 5% más de 81 horas. Unas cifras verdaderamente llamativas.

El 40% de los estudiantes de doctorado reconoció tener síntomas moderados o graves de ansiedad o depresión, una proporción seis veces mayor que la población general

Si nos fijamos en otro estudio publicado en la revista Nature Biotechnology realizado a 2.000 doctorandos de 26 países, las cifras son igual de preocupantes. Así, el 40% reconoció tener síntomas moderados o graves de ansiedad o depresión. Es decir, una proporción seis veces mayor que la población general.

Específicamente en nuestro país, durante el año 2016 se leyeron un total de 20.049 tesis. Si aplicamos las cifras de los estudios mencionados, podríamos decir que alrededor de 7.218 personas tuvieron que pedir ayuda por depresión o ansiedad. O que 10.024 estudiantes pasaron más de 51 horas en el laboratorio. Obviamente, son cifras inexactas pero que nos permiten tener una aproximación.

Las causas que influyen en estas circunstancias son variadas: quién es escogido como director de tesis, la incapacidad de lograr una adecuada conciliación familiar; la característica de “inversión a largo plazo” donde puede aparecer la inseguridad o la desmotivación; la remuneración y la precariedad en el ámbito de la investigación en España…

Deberíamos cuidar la salud mental de nuestros estudiantes de doctorado, creando un clima que facilite su trayecto largo y en profundidad con la ciencia

Deberíamos cuidar la salud mental de nuestros estudiantes de doctorado, creando un clima que facilite su trayecto largo y en profundidad con la ciencia. Reconociendo su labor, favoreciendo un ambiente laboral seguro y adecuadamente remunerado, estableciendo horarios racionales de trabajo… Ayudarles a que el camino sea lo más llano posible para que puedan hacer realizar su contribución a la ciencia en las mejores condiciones. Y que la satisfacción de su curiosidad no les mine por dentro.

Enlaces de interés:

Opinión

Multimedia

Especiales

Atención primaria

Sanidad privada

iSanidadental

Anuario

Accede a iSanidad

Síguenos en