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La innovación terapéutica en el tratamiento del cáncer está permitiendo mejorar el pronóstico del paciente oncológico. Es el caso de la protonterapia, que permite establecer un plan de tratamiento totalmente personalizado a cada paciente.
El Centro de Protonterapia de Madrid, perteneciente al grupo Quirónsalud, trató en diciembre del año pasado al primer paciente oncológico mediante terapia de protones. El éxito de este nuevo tratamiento radica en las propiedades físicas de los protones. Estos pueden concentrar con precisión dosis de radiación especificada por los oncólogos radioterápicos. Así, en muchos casos se logra un mayor control local de la enfermedad y se produce un menor daño sobre el tejido sano adyacente.
Antes de iniciar la protonterapia, el paciente acude a consulta para que el oncólogo radioterápico le explique al detalle el proceso
Cuando un paciente oncológico llega a este centro de protonterapia, el primer paso es realizar una evaluación pormenorizada de su historia clínica. De ello se encarga un comité multidisciplinar formado por expertos oncólogos radioterápicos, físicos y técnicos. El objetivo de esta primera toma de contacto es desarrollar un plan de tratamiento totalmente personalizado.
Pero antes de iniciar la terapia, el paciente acude a la consulta médica donde el oncólogo radioterápico explica al detalle cómo es el proceso; su plan de tratamiento personalizado; el protocolo de actuación a seguir y también resolverá todas las dudas que pueda tener el paciente.
En ese recorrido antes de iniciar la protonterapia, los pacientes comienzan una sesión de planificación y preparación. En este punto, el equipo de profesionales del Centro de Protonterapia realiza un TAC de alta definición e imagen espectral. Además, durante la sesión al paciente se le informa sobre el procedimiento y se le inmoviliza con una máscara creada especialmente para él.
La imagen espectral obtenida permite a los profesionales tener información específica sobre la composición de los tejidos sanos que van a someterse a la terapia
Gracias a la imagen espectral que se obtiene, los expertos obtiene una mejor definición de las imágenes de los tumores que van a tratar. Además, permite tener información específica sobre la composición de los tejidos sanos que van a someterse a la terapia. En este punto en el que culmina la preparación y planificación es cuando, pasados unos días, el paciente comenzará con el tratamiento de protonterapia.
Herramientas avanzadas de cálculo
Con las imágenes del paciente, el equipo se encarga de diseñar un plan de tratamiento personalizado, para lo que utilizan herramientas avanzadas de cálculo. Este aspecto es clave ya que la protonterapia utiliza haces de partículas aceleradas de alta energía, los protones, que son dirigidas de forma precisa contra el tumor.
Así, gracias a las características físicas propias de los protones, se puede depositar la mayor parte de la dosis en el tumor, reduciendo al mínimo la dosis a los tejidos circundantes. Este es el modo por el que se reduce la dosis que impacta en el tejido sano.
Cada sesión de protonterapia tiene una duración aproximada de unos 25 minutos
Tras validar el plan de tratamiento, el siguiente paso es llevar a cabo medidas de control de calidad. La idea es dejar todo listo para cuando el paciente acuda a su primera sesión.
Primera sesión del tratamiento
Enfrentarse a un tratamiento contra el cáncer siempre es motivo de inquietud. Por ello, en el centro de Quirónsalud insisten en hacer que la experiencia del paciente sea lo más satisfactoria posible. Para lograrlo, cuando llega la primera sesión de protonterapia, el equipo humano acoge con calidez al paciente. Además, este encuentra un espacio confortable que podrá personalizar a su gusto eligiendo proyecciones relajantes.
Cada sesión de protonterapia tiene una duración aproximada de unos 25 minutos. Sin embargo, la mayor parte de ese tiempo se emplea en la preparación, colocación, inmovilización y posicionado del paciente. El tiempo de irradiación real suele ocupar unos pocos minutos.
Al terminar el tratamiento, el paciente puede incorporarse y salir de la sala, abandonando el centro por su propio pie
Así, una vez que llega el paciente, se le acomoda en una mesa de tratamiento acoplada a un sistema robótico de posicionamiento. Esto permite ubicar su posición en cada sesión con precisión milimétrica. Tras esto, entra en acción gantry. Se trata de una estructura semicircular que orienta el haz de protones hacia un isocentro permitiendo tratar el tumor desde cualquier ángulo.
Después de localizar con precisión el volumen a irradiar, la tecnología utilizada en este centro, llamada Proteus One, se encarga de suministrar una terapia de protones de intensidad modulada mediante la tecnología pencil beam scanning.
Así mismo, todo el tratamiento de protonterapia se desarrolla desde la zona de control. Consiste en una sala equipada con dispositivos avanzados de toma de imágenes y manejo del sistema de tratamiento. Por último, al terminar el tratamiento, el paciente puede incorporarse y salir de la sala, abandonando el centro por su propio pie.