Marta Gómez (Amavir): “Atando no se cuida y atar no es seguro”

..Cristina Cebrián (video y fotografía)
..Fernando Ruiz.
El grupo Amavir está eliminado las sujeciones dentro de sus residencias. De hecho, 19 de los 42 centros ya operan sin sujeciones a sus residentes. Está medida fomenta la deambulación de los residentes, mejorando el estado anímico o la continencia de los usuarios. No obstante, desde Amavir afirman que el objetivo es la eliminación total de las sujeciones en los 42 centros del grupo. Para ello es necesario llevar a cabo un proceso de formación e información tanto de las familias como de los trabajadores.

Amavir asegura que la eliminación de las sujeciones fomenta la deambulación, mejora el estado anímico y la continencia de los usuarios

Marta Gómez, responsable asistencial de enfermería del Grupo Amavir, destaca dos aspectos respecto a las sujeciones: “Atando no se cuida y atar no es seguro“. En este sentido, señaló que para cuidar a una persona no hace falta retenerla. Además, añade que el término de sujeciones es un blanqueamiento de la situación, porque “al fin y al cabo es atar“. De hecho, esto supone una privación de la libertad y, por la experiencia de la responsable, cuando a una persona se le ata, se le presta menos atención, lo que supone “una deshumanización del trabajo. Al no tener sujeta a la persona estás más pendiente y te dedicas más a ella. Por tanto, se cuida más sin atar“, asevera Gómez.

Asimismo, afirmó que las sujeciones perjudican claramente a los residentes, ya que las úlceras por presión aumentan y la capacidad de deambular y continencia se ve deteriorada. De esta manera, el usuario termina acabando con un pañal y siendo incontinente. Por ello, asegura que la sujeción no es segura y que no cuida al paciente.

Las sujeciones aumentan las úlceras por presión y deteriora la capacidad de continencia de los residentes

En esta línea, Cristian Borobia, fisioterapeuta de Amavir Villanueva de la Cañada, manifestó que desde el año 2014 en el centro Villanueva llevan trabajando de esta manera. De hecho, 19 de los centros del grupo ya trabajan sin sujeciones y se espera que en “el futuro más próximo” todos los centros sean libres de sujeciones. Gema Mateos, terapeuta del centro de la Cañada, destacó que un centro libre de sujeciones no es un centro libre de caídas. “Es más, las caídas están ahí, dan libertad de movimiento, por ello, tenemos que trabajar en minimizar los problemas derivados de las mismas“, añadió Mateos.

Además, señalaron que las caídas de los residentes sujetos son más graves que los que no las tienen. “Muchas veces pensamos que el sujetar evita caídas, pero es lo contrario. Las consecuencias son mucho peores que el poder deambular de forma libre”, aseguró Gema Mateos. En este sentido, Marta Gómez afirmó que las personas que se caen con la silla incluida, tienen fracturas derivadas del golpe. “Las consecuencias de la caída son mucho más graves y los traumatismos mucho más fuertes; al tener las sujeciones, los residentes intentan echarse hacia delante o hacia a un lado, y se pueden caer estando en una silla de ruedas, por ejemplo“, manifestó Cristian Borobia.

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