..Luis A. de Haro. Director general de iSanidad.
El miedo guarda la casa, pero la información es un antídoto para los desengaños. Ante la preocupación frente al coronavirus hacen falta más protocolos y menos bulos corriendo por WhatsApp. El histerismo y la preocupación es enorme, quizá desproporcionada.
La situación, como dice el Dr. Antonio Zapatero, presidente de Facme, y jefe de servicio de Medicina Interna del Hospital de Fuenlabrada, es “explosiva”. No hemos visto ni no hemos enfrentado a algo parecido nunca. Dado que todo es nuevo, ¿todo el mundo puede innovar? Es obvio, mejor seguir un camino común, consensuado, bien guiado. Sin embargo, hay mucho “desalmado” que genera desinformación sin control. Las redes sociales, los chats, los grupos… demasiada información volando sin control, sin seguridad, generando una alarma “incontrolable”.
Hay mucho “desalmado” que genera desinformación sin control
Hemos escuchado que el virus se cae al suelo, que es como una gripe, que hacen falta mascarillas, vitamina C, tomar bebidas calientes o meterse en una sauna… todo tipo de cosas. Unas son fakes y otras son válidas. Lo importante es aprender a distinguir la que es verdad y es útil entre todas ellas, incluidos los chistes sobre desabastecimientos en los supermercados ¿Cómo hacerlo? Fácil, atendiendo a los profesionales y conociendo las fuentes originales. Los catastrofismos no ayudan nada.
Las autoridades sanitarias y los profesionales, para frenar el coronavirus, proponen protocolos, no remedios caseros vulgares. De momento se han dado solo algunas indicaciones claras, pero ese es el camino. No se trata de contentar a la población, se trata de contener la propagación del coronavirus. Viajes, largas estancias, deporte, amigos, vecinos… ¿qué se hace con todo esto? Estamos pendientes de la información oficial, pero todavía hacen falta más indicaciones, se esperan más indicaciones.
Frente al coronavirus se esperan más protocolos y menos chistes
Comienza una época complicada en la opinión pública. Es el momento de los profesionales. Ayudar o alimentar la crisis es una opción de cada uno.
