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Apenas han pasado unos meses desde que el Centro de Protonterapia de Madrid, perteneciente al grupo Quironsalud, tratase al primer paciente en España. Conscientes de la importancia de contar con expertos en esta materia, Quirónsalud reunió previamente a profesionales de diversas áreas que conocen la terapia de protones.
Sin embargo, para utilizar esta técnica es importante tener en cuenta sus indicaciones de uso en España. Para ello, la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) publicó un manual en el que se recogen algunas de estas pautas.
Hasta ahora no existía un documento que recogiera las recomendaciones e indicaciones para el uso de protonterapia en España
Según explican desde esta sociedad científica, hasta ahora no existía un documento que recogiera las recomendaciones e indicaciones para el uso de protones en España. Además, denuncian que ese espacio “no ha sido cubierto por las administraciones sanitarias” . En este escenario, la SEOR creó un documento colaborativo que se revisará periódicamente para mantener actualizadas las indicaciones en el uso de protonterapia.
A corto plazo, se estima que las necesidades de protonterapia para España se situarán en el 2% de pacientes con cáncer. Además, a medio plazo esa cifra ascenderá hasta el 11%. Según los expertos de la SEOR, esto abarcaría desde la situación más restrictiva solo con las indicaciones consideradas estándar, 725 pacientes al año; hasta incluir todas las posibles indicaciones con un total aproximado de 17.000 pacientes al año.
El uso de protonterapia está justificado para el tratamiento de tumores oculares, incluyendo melanomas oculares
De este modo, los expertos calculan que, actualmente, en España se necesitan tres salas de radioterapia, como comienzo de la actividad y que se podrían ampliar progresivamente.
Indicaciones para diferentes situaciones clínicas
Por otro lado, según recoge la Sociedad Americana de Oncología Radioterápica (ASTRO, por sus siglas en inglés), se dan varias circunstancias clínicas en las que el uso de protones está justificado. Para ello, la ASTRO se basa en cuatro principios: tumores cerca de estructuras críticas; a irradiar en forma homogénea; reduciendo la dosis integral o en casos de reirradiación.
Además, el uso de protonterapia está justificado para el tratamiento de tumores oculares, incluyendo melanomas oculares; tumores próximos o en la base del cráneo, incluyendo cordomas y condrosarcomas; tumores primarios o metastásicos en la médula espinal/columna vertebral; pediátricos, fundamentalmente localizados en SNC y/o próximos a órganos de riesgo como el corazón, la médula o los pulmones; pacientes con síndromes genéticos con riesgo elevado de toxicidad y, en casos seleccionados, reirradiación. En cuanto a otras localizaciones clínicas, la SEOR sugiere que antes se genere evidencia científica sobre su beneficio real.
Dr. Raymond Miralbell: “Las enfermedades vasculares, como malformaciones arteriovenosas, que se tratan hoy en día con radiocirugía, podrían beneficiarse de una protonterapia”
En cuanto a la aplicación de la protonterapia en otras patologías ajenas a la oncología, el director médico del Centro de Protonterapia de Quirónsalud, el Dr. Raymond Miralbell, explica que hay ciertas enfermedades para las que puede resultar útil esta técnica. Por ejemplo, “existen enfermedades vasculares, como las malformaciones arteriovenosas, que se tratan hoy en día con radiocirugía y que podrían beneficiarse de una protonterapia”.
Lo mismo ocurre con determinadas arritmias cardiacas resistentes a los tratamientos de ablación. De hecho, ya se ha probado en ellas la terapia de protones. “Su tratamiento con haces de protones focalizados se efectuó hace unas semanas en el CNAO de Italia”, añade el Dr. Miralbell.
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